Junior de Barranquilla volvió a demostrar su bipolaridad en la derrota por la mínima diferencia ante Boca en La Bombonera. El cuadro Tiburón ha mostrado dos caras durante la temporada y esta noche en Buenos Aires no fue la excepción.
La primera cara que se le vio a Junior ante Boca fue aquella del inicio de la temporada, la de un equipo con hambre de gloria. Los de arenosa entraron conectados con el juego, se plantaron bien en defensa y le jugaron de igual a igual al gigante argentino. Tuvo ratos buenos.
Sin embargo, Junior no pudo mantener el ritmo, decayó y terminó mostrando su peor cara. Ese equipo sin alma, con problemas en el fondo y sin ideas en ataque que se vio ante Palmeiras volvió a relucir por momentos ante Boca, momentos que el local sí aprovechó para sacar la ventaja y los tres puntos.
Teófilo Gutiérrez, Yimmy Chará y Luis Carlos Ruiz pasaron desapercibidos en el césped xeneize. Se esperaba mucho más del tridente de ataque juniorista, que tampoco vive su mejor momento en el rentado local, pese a que Junior se mantiene segundo en la tabla.
El panorama de Junior ahora es bastante complicado para aspirar a la clasificación a octavos. Está obligado a ganar todo lo que tiene por delante y esperar que Boca caiga con Palmeiras para poder recuperar el camino perdido.
Los Tiburones volverán al ruedo continental el próximo 20 de abril en su visita a Alianza Lima.
