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Las razones por las que Atlético Nacional no ganó ante Millonarios en El Campín

La previa del partido mostraba dos realidades inobjetables: Millonarios, líder de la Liga, recibía a un Nacional golpeado internacionalmente. La buena campaña del local hizo creer que sería un festín y en la casa azul daban los tres puntos por ganados, pero la otra realidad, la del trámite del juego, mostró otra cosa y de no ser por una imprecisión arbitral, la fiesta en El Campín hubiese sido Verde. Hubo errores propios también que fueron en contra del objetivo de lograr los tres puntos.

Nacional ante Millonarios mostró avances en su proceso con Paulo Autuori. El remate del primer tiempo, tras lograr el gol de la victoria parcial, le permitió al equipo tomarse un aire de confianza y tranquilidad para plasmar en la cancha un buen juego ofensivo, algo muy similar a lo que se vio ante Libertad en el Atanasio Girardot. Tuvo todo para liquidar, pero falló. Y a eso se apunta: a encontrar, dentro de las virtudes, qué faltó para ganar.

Contundencia: Son muchas las páginas que se han escrito con la falta de gol del equipo y al parecer faltan algunas más. Nacional es un equipo ofensivo que crea llegadas, pero no las concreta y por eso no liquida, por eso no gana con la frecuencia que debería. Si a eso se le suma un Fariñez inspirado, el resultado es un solo gol a favor de ocho remates directos a puerta.

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Tranquilidad: Al Verde le faltó respirar y contar hasta tres en varios casos. Para definir, para controlar, para descansar por el desgaste, para hacer mejores cierres, para tomar mejores decisiones en fase ofensiva. Si bien durante buena parte del segundo tiempo el partido estuvo controlado, se le entregó la iniciativa al rival y se vio un poco quedado en la parte física. También faltó tranquilidad desde el banco para darle mejor trámite al partido con el resultado a favor.

Mejores decisiones: Además de poder sentenciar el partido, Nacional no tomó buenas decisiones en cancha y fuera de ella. Al profe Autuori no le salieron los cambios: Mafla entró por Hernández para jugar en una posición que no es su habitual y, pese a la falta, terminó perdiendo el balón para la jugada del empate azul. Aldo Leao entró por Lucumí para tratar de refrescar el medio campo, pero el partido pedía un hombre de más control como Juan Pablo Ramírez y en lugar de Ceppelini, desgastado físicamente. El ingreso de Duarte fue anecdótico y no se sintió.

Nacional sigue sumando argumentos para respaldar el trabajo del técnico brasileño, pero también sigue evidenciando puntos débiles a mejorar, mucho más cuando por Liga no se gana hace cuatro partidos y vienen dos compromisos importantes para remontar en la tabla de posiciones: Medellín y Cali.

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