Es el actual campeón, está octavo en la tabla de posiciones (aunque podría perder posiciones) y siempre tiene la obligación de dar algo más por encima del promedio cada partido, pero para América de Cali la Copa Libertadores es su prioridad.
La apuesta del Rojo por seguir con vida en el torneo internacional quedó en evidencia, no solo por lo visto en el Murillo Toro, sino por la solicitud misma enviada a Dimayor buscando aplazar este partido entendiendo que en tres días recibe al Colorado en el Pascual Guerrero.
Ante la respuesta negativa de la División Mayor, Juan Cruz Real tuvo que decidir y la intención es una sola: poner todas las fichas en la Copa e ir llevando el campeonato local como o con lo que se pueda. La segunda pista en esta vía fue dejar por fuera de convocatoria a Vergara y Ramos, entre otros, y la confirmación de todo, el once elegido ante el Vinotinto y Oro.
¿Y quién lo puede culpar? Pese a la derrota en Brasil y empate ante la Católica, estar a tres puntos -con seis en disputa- tanto de Inter, como de Gremio, es una tentación imposible de rechazar. Además, de la Liga aún hay mucho trecho y perder en Ibagué entraba en el presupuesto. Incluso Cruz Real aprovechó la oportunidad para que algunos juveniles o habituales suplentes sumaran minutos, sin tener el resultado entre ceja y ceja.
Tolima, que también venía escaso de minutos y recuperando jugadores del COVID-19, supo aprovechar la palomita y con una presentación a media máquina le fue suficiente para quedarse con el doble botín de los tres puntos y el liderato parcial.
Próximo partido
El martes es el gran día, el de volver a ver el once de gala, el marcado en el calendario como el más importante hasta ahora en el año, en el que una victoria puede representar una eventual clasificación a octavos de final (o aspirar a la Sudamericana) y hacer que lo sucedido hoy quede en el anecdotario como uno más. El martes es el ganar o morir del América en la Copa que quiere el hincha.
