ANÁLISIS
La pizarra de Zidane ha ido evolucionando con el paso de las temporadas. Atrás ha quedado ese inamovible 4-3-3 con Bale, Benzema y Cristiano en el tridente de ataque, denominado como el propio técnico como un esquema “innegociable”, para dar paso en este curso a varias alternativas tácticas y con distintos jugadores, siendo Bale el principal sacrificado.
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REAL MADRID – PSG: 4-3-1-2
POSICIÓN MEDIA JUGADORES
Las lesiones, la necesidad de dar descanso y de rotar al plantel, junto a la obligación de dar firmeza a la medular, han terminado por cambiar el dibujo sobre el césped del entrenador francés, haciéndo 'negociable' el aparentemente inamovible 4-3-3. El principal daminificado está siendo Bale, dado que el galés no ha entrado como titular en este último mes en partidos relevantes ni aun estando a disposición del míster blanco.
Ante el PSG en la ida en el Bernabéu, Zidane optó por un 4-3-1-2 para situar a Isco en el enganche. Variantes provocadas por la entrada de un jugador en el once, y por las particularidades del rival, como ocurrió con el 4-4-2 en rombo ante el Barcelona y con Kovacic antento a la marca de Messi. Pese a que la apuesta no le saliera bien al galo en el Clásico.
PSG-REAL MADRID: 4-4-2 EN LÍNEA
POSICIÓN MEDIA JUGADORES
Anoche en el Parque de los Príncipes volvió a asomar la figura del Zidane con alma de estratega, rompiendo los esquemas de los críticos que le tildan solo de alineador, y situó un doble pivote en la zona media a la misma altura con Casemiro y Kovacic en el centro y dos trabajadores natos en los flancos como Lucas y Asensio.
La victoria de anoche ante el PSG manifiesta el nuevo papel de Zidane alejado de la previsibilidad en la estrategia y también evidencia la menor relevancia de Bale en este tercer intento consecutivo del Real Madrid de convertirse en rey de Europa.
