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Giuliano Simeone, el delantero total que sueña en rojo y blanco

Giuliano Simeone Baldini es el tercero de los hijos que Diego Pablo Simeone y Carolina Baldini tuvieron. Para entender lo que significa el fútbol para el menor de los Simeone Baldini basta con mirar la saga que conforman. Su padre, el ‘Cholo’, fue jugador de grandísimos equipos (Vélez, Sevilla, Atlético de Madrid, Inter o Lazio, entre otros) y ha desarrolla su carrera como entrenador de éxito (Racing, Estudiantes, River Plate, Catania y Atlético de Madrid, durante la última década). Su hermano mayor, Giovanni (26) milita en el Hellas Verona de la Serie A y ya ha debutado con la selección argentina siguiendo los pasos del padre. Gianluca, el mediano (23), juega en el Club Deportivo Ibiza Islas Pitiusas de la Segunda División RFEF. El último de ellos, Giuliano (18) lo hace a caballo entre el Atlético de Madrid B, que milita en la Tercera División española y el primer equipo del Atlético de Madrid donde fue el jugador con más minutos en pretemporada y ya es un habitual de las convocatorias.

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Los tres hermanos son atacantes, ocupando los diferentes roles del frente ofensivo de sus respectivos equipos pero les une el llevar el gol en la sangre, a diferencia de su padre que fue un excelente centrocampista. En palabras de su tía y representante, Natalia Simeone, “Giuliano juega de delantero centro, aunque a mí me parece más un número ‘7’". 

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Giuliano llevó a cabo su formación en las categorías inferiores de River Plate, ya que vivió en Buenos Aires desde que tenía solo 4 años. En el club argentino pasó su infancia, siempre pegado a una pelota y pensando en fútbol o pendiente del televisor cada vez que el Atlético de su padre jugaba. Durante las temporadas que vivía en Madrid, podía vivir más de cerca el trabajo de su padre y seguir empapándose del espíritu colchonero, durante uno de estos periodos fue recogepelotas del equipo madrileño en algún partido en el estadio Vicente Calderón, como en 2015 donde festejó visiblemente en la banda junto al banquillo un gol contra el Getafe. Esas ganas de vivir el fútbol de cerca, hizo real que fuera recogepelotas con la selección albiceleste, en un partido entre Argentina y Venezuela de 2017 disputado en el estadio Monumental. Todo ello refleja la pasión con la que vive el fútbol.

En 2019 y con 17 años, se mudó a Madrid para vivir con su padre, incorporándose al Atlético de Madrid, un pase por el que River mantiene un porcentaje de los derechos de formación de Giuliano. Como curiosidad, su llegada y su adaptación no pudo ser mejor a todos los niveles, marcando cinco goles en sus cinco primeros partidos de rojiblanco.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Enrolando en el equipo Juvenil de División de Honor demostró que estaba allí por méritos y calidad y no por llevar un ilustre apellido. De hecho, en el Juvenil A fue campeón de Liga viviendo uno de sus momentos más felices con un gol al Real Madrid, el eterno rival deportivo, en los cuartos de final de la Copa de Campeones. En aquel equipo anotó 13 goles que le valieron para dar un paso y que el filial le llamara en el tramo final de temporada. Y vaya sí respondió, ya que el día de su debut con el Atlético de Madrid B, hizo un gol a los 20 segundos de saltar al césped ante el Poblense. Para endulzar un poco más aquel día inolvidable, en el banquillo colchonero, como ayudante, se encontraba un tal Fernando Torres, emblema también del club que lleva el escudo que Giuliano besa. 

Anotó dos goles en ese puñado de partidos más disputados para sumar un hat trick a lo largo de su estancia en aquel equipo. Su entrenador Nacho Fernández le definió como “un jugador joven, pero ya futbolista y que ha demostrado todo cuando ha jugado, que no da un balón por perdido, que lo lucha todo, que centra, remata y trabaja dejando todo lo que tiene sobre el campo. Es un jugador con un potencial tremendo”. En el entorno de la Academia del Atlético afirman que “si no fuese hijo de quien es, ya estaría en el primer equipo”. 

Sabe que ser hijo del hombre más importante ahora mismo del Atlético de Madrid, puede ser una exigencia y una dificultad añadida, pues como dijo el propio Simeone en 2018, cuando se dio la posibilidad de que Giovanni, su hijo mayor, fichara por el equipo del Oso y el Madroño, “Gio tiene todo para jugar conmigo pero desgraciadamente nunca pasará, es muy difícil tener un hijo en el vestuario. Tanto para él como para la relación y lo mismo para todos”. Quizá el paso del tiempo haya hecho que el ‘Cholo’ piense distinto con Giuliano, lo que es seguro es que no será fácil (pese a que esto supusiera el mayor orgullo de un padre que sabe que su hijo se muere de ganas por enfundarse la rojiblanca). “Su crecimiento viene de las categorías inferiores, desde el Juvenil al B. Y todo esto no lo gestioné yo. El crecimiento habla de lo que los entrenadores trabajaron con él y yo lo afronto de una manera natural”, dijo recientemente Diego Pablo. 

Y es que Giuliano fue la sensación de la pretemporada del Atlético de Madrid desde el momento en que debutó con el primer equipo ante el Numancia. Estando preparado para seguir avanzando etapas de formación, esta vez en el filial rojiblanco, fue citado para realizar la pretemporada con el primer equipo junto a otras jóvenes promesas colchoneras. Un 23 de julio de 2021, en Soria y con el dorsal número ‘7’ (con el que le catalogó con acierto su tía) se estrenó con la camiseta rojiblanca del primer equipo demostrando que lleva el ‘cholismo’ en la sangre. En la primera jugada, sin dar por perdido un balón que se marchaba por línea de fondo, no solo presionó al defensa que intentaba dejar salir el esférico, si no que se lo arrebató y lo cedió para que su compañero Mario Soriano marcara. Sacrificio, movilidad y espíritu incansable le permitieron ser titular en el segundo encuentro de pretemporada donde el árbitro invalidó el que hubiera sido un histórico gol por fuera de juego. Wolfsburgo, Cádiz, donde se atrevió a tirar uno de los penaltis de la tanda – aunque lo falló – y Feyenoord, fueron las siguientes paradas en su aprendizaje y convivencia con las auténticas leyendas rojiblancas. 

Siguió el plan previsto tras el aprendizaje de la pretemporada, continuar su progresión y convertirse en su primera temporada, como jugador del filial, en uno de los líderes del mismo con el reto de ascender al equipo. Le fue otorgado el simbólico dorsal número ‘10’ que muestra el papel protagonista que se le da. En paralelo y aunque centrado en su función y en dar los pasos adecuados, sigue siendo tenido en cuenta puntualmente para completar las listas del primer equipo. Ya ha ido convocado en varias ocasiones en la Liga 2021-2022 (Celta, Elche, Villarreal y Getafe), pero serán más.

Giuliano tiene alma de delantero y cualidades para ejercer de ‘9’ ya que pese a no ser un ‘tanque’, va bien de cabeza. Su instinto, su garra y su calidad le permiten también jugar más retrasado, por detrás del punta. Su velocidad e intensidad le permiten también poder jugar en banda. Su padre, Diego Pablo, le definió como “un delantero con garra, instinto y gran carácter”.

Los que le conocen aseguran que “tiene el talento y la raza para llegar donde él quiera, además de la mentalidad adecuada para seguir creciendo en este momento temprano de su carrera. Es un chico con hambre de querer siempre más, pero a la vez la humildad de buscar aprender cada día e ir creciendo con calma en cada etapa."

Es un ‘9’ al que su tía le ve como un ‘7’ y al que le han dado el ‘10’ en el filial, fruto de ese perfil completo de atacante que tiene. Los que mejor le conocen indican que ha crecido fijándose en jugadores como Griezmann, del que tantos goles ha festejado en su etapa atlética, mientras Giuliano seguía los partidos de su padre desde River, y también se fija en otros grandes delanteros internacionales como Lautaro Martínez o Firmino. Son jugadores bastante completos, capaces de manejarse en el área, pero también con mucha movilidad fuera de ella, que tienen capacidad de caer a las bandas, poseen velocidad… características que si nada se tuerce le llevarán a lo más alto.

No todo es fútbol en su vida, es un apasionado del mar y fuera de la cancha es un tipo familiar que le gusta pasar tiempo con su pareja y también dedica algún momento libre a los videojuegos. Su espíritu solidario, como demostró sumándose a varios actos sociales, entre ellos, el organizado por equipos juveniles para donar dinero a los afectados por la pandemia, completan su personalidad más allá del 105x70. Sueña con debutar con el Atlético de Madrid, en un Metropolitano lleno, ese que cada tarde corea el nombre de su padre y donde espera mostrar a una grada siempre ávida de ver a nuevos chavales, que tiene el gen Simeone y la personalidad de un Giuliano que acaba de llegar a la élite del fútbol. ¡Bienvenido!
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