Gareth Bale (32 años) era un caso claro para este verano en los despachos, con el Real Madrid decido a buscar la fórmula para desprenderse de él. Ni su final con Zidane ni su cesión en el Tottenham invitaban a nada más, pero la postura del futbolista ha complicado su adiós a un equipo que pese a algunos sinsabores le considera una leyenda. El galés quiere cumplir su contrato, algo a lo que ya apuntó en febrero en Goal su representante, Jonathan Barnett ("No sería un problema, ama la ciudad y no tiene problemas con el club", dijo), y a Ancelotti le toca rentabilizarlo.
La vinculación del atacante en el Santiago Bernabéu acaba en 2022. Su deseo es llegar al próximo junio de blanco y alargar su carrera, eligiendo destino por ser agente libre, hasta al menos Navidad por el Mundial de Qatar, su gran objetivo. En estos meses, y salvo un cambio inesperado porque percibe más de 15 millones netos por curso, la patata caliente es para Ancelotti, que ha de gestionar su situación.
El italiano se ha encontrado con un jugador al que ya dirigió en su primera etapa en el banquillo madridista, de 2013 a 2015, con un balance de 38 goles y 31 asistencias en 91 apariciones. El promedio de intervención en un tanto de Bale en aquel periodo fue de cada 105,46 minutos, ligeramente superior al de la 2020-21. En Londres, con cuatro lesiones y falta de regularidad, ha marcado o asistido cada 87,73 minutos.
Sus 16 dianas y tres asistencias en un Tottenham al que apenas le dio para meterse en Conference League le colocaría en el Real Madrid de la 2020-21 sólo por detrás de Benzema, que intervino en 39 tantos. Del ataque quien más se le acercaría después del francés sería Vinicius, involucrado en 13 goles.
Próximo partido
Bale no ocupa plaza de extracomunitario
En principio por la derecha, donde deberá luchar por oportunidades con Asensio, Rodrygo u Odegaard, Bale tiene la posibilidad de resurgir. Pese al Brexit, como informó Goal, no ocupará plaza de extracomunitario, lo cual facilita su integración en la plantilla de la 2021-22. Su protagonismo dependerá de su voluntad en los entrenamientos y de su rendimiento en los partidos.