ENTREVISTA EXCLUSIVA
Robert Lewandowski ganó la edición de Goal 50 de 2020. En una entrevista exclusiva con Goal, el temible goleador del Bayern Munich habla de su fabulosa temporada, su infancia en Polonia y sus reveses personales en la adolescencia.
Goal 50 2020: Los 50 mejores jugadores del mundo
Lewandowski también revela las dificultades contra las que tuvo que luchar durante sus primeros días en Alemania y cuenta cómo todo resultó para mejor después de una conversación con Jürgen Klopp.
Robert, felicidades por ganar el Goal 50. ¿Cómo te sientes después de haber recibido un nuevo título individual?
Robert Lewandowski: ¡Muchas gracias! Me siento muy bien, estos premios significan mucho para mí. Por supuesto, el fútbol es un deporte de equipo, pero los reconocimientos individuales muestran que el trabajo que uno realiza todos los días vale la pena.
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Dedicaste tus dos goles en Salzburgo a Gerd Müller. ¿Qué te hizo hacerlo?
Lewandowski: Gerd Müller es una leyenda. El día antes de su cumpleaños leí un triste artículo en el que su esposa contó que no se encuentra bien. Me sentí mal, por eso mis pensamientos estaban con él. Era importante para mí dedicarle los dos goles y la victoria del equipo.
La temporada pasada estuviste cerca de romper su récord de goles en una temporada en la Bundesliga. Has marcado un total de 55 tantos en todas las competencias. ¿Qué significan estos números para ti?
Lewandowski: Un equipo sin delantero puede tener problemas para funcionar y, al mismo tiempo, el delantero se beneficia del equipo. Es una especie de dependencia mutua, todo tiene que funcionar. Estoy contento con mis registros, por supuesto, pero en última instancia sólo estamos hablando de números que no son muy importantes.
¿De qué números deberíamos hablar, entonces?
Lewandowski: Para mí lo importante es cuántos títulos ganamos. Eso es lo que busco porque, sin un título, todos esos goles no valdrían de mucho. Si mis tantos nos ayudan a ganar títulos, entonces el ideal ha sucedido. En este sentido también debo decir que no sólo los goles son importantes, sino también las asistencias. Eso promueve el espíritu de equipo.
Getty Images / PoolHablando de asistencias: Thomas Müller dijo recientemente en una entrevista con DAZN que eres feliz no sólo cuando anotas goles, sino también cuando asistes. ¿Es cierto?
Lewandowski: Siempre trabajo para mejorar mi juego. He contribuido con algunas asistencias en el pasado, pero la gente no está tan interesada en esas estadísticas: siempre se han centrado en los goles. Las acciones que conducen a los goles, incluyendo el juego sin balón, son igual de importantes para el éxito del equipo. A menudo echo de menos eso en la percepción pública.
Hablaste del pasado reciente, pero vayamos un paso más atrás, hacia el comienzo de tu carrera. ¿Qué recuerdos tienes de tu primer entrenamiento en Partyzant Leszno?
Lewandowski: Recuerdo muy bien esa época. El campo de entrenamiento sólo tenía algo que ver con los campos de fútbol que conocemos hoy en día en el sentido más remoto. El campo era negro, sólo había un poco de hierba en algunos lugares. Pero para nosotros era suficiente si teníamos una pelota en los pies. Cuando llovía nos divertíamos más. No nos importaba que no tuviéramos un césped perfecto, ni que tuviéramos que conducir a casa con la ropa mojada durante dos horas. Después de eso, por lo general jugaba dos horas más en el jardín, entre el viento y la lluvia y cuando ya estaba oscuro.
¿Qué te impulsaba cuando eras niño?
Lewandowski: Sólo quería estar afuera y hacer lo que me gustaba. Venía del corazón. El fútbol siempre ha sido mi mayor pasión. Y esa pasión me ha impulsado.
¿Había un club con el que soñabas de pequeño?
Lewandowski: No había un club de ensueño en concreto. Cuando era pequeño, vi la final de la Champions League entre el Bayern y el Manchester United (N. de R.: 1999, ganó el conjunto inglés 2-1): ese partido aparece en mi mente inmediatamente. Sé que no resultó bien para el Bayern, pero ambos equipos fueron geniales. Tener sueños de niño es importante y mi sueño siempre ha sido jugar con el equipo más grande en los estadios más grandes y ganar títulos.
Tus padres eran atletas profesionales (madre voleibolista y padre judoca). ¿Cómo debe uno imaginar la vida en una casa tan deportiva como la de los Lewandowski?
Lewandowski: Después de finalizar con sus carreras, mis padres trabajaban como profesores de educación física: mi madre todavía trabaja en una escuela. Debido al pasado de mis padres, yo probé con muchos otros deportes además del fútbol, en los que también era bastante talentoso. Pero con ninguno tuve esos sentimientos que ya había desarrollado por el fútbol en ese entonces. Al contrario, a veces me sentía estresado y nervioso. Estaba claro para mí que nunca llegaría al máximo nivel. Entonces le pregunté a mi padre por qué no podía jugar sólo al fútbol.
¿Cómo reaccionó?
Lewandowski: Me explicó que todavía no podía entender por qué esos otros deportes eran útiles. Me dijo: 'Un día entenderás que esto es sólo por tu bien'. Tenía razón. Solía hacer mucha gimnasia para trabajar en mi flexibilidad y eso me beneficia hoy en día. Estoy infinitamente agradecido a mi padre por marcarme ese camino.
Muchos de tus entrenadores juveniles dijeron que solías ser muy delgado. ¿Cómo describirías tus atributos físicos de aquel entonces?
Lewandowski: Yo era muy pequeño y muy delgado. Hasta los 17 o 18 años, a menudo tenía que oír que era demasiado delgado. Por ejemplo, el entrenador de la selección sub-15 me dijo: 'Lo siento, pero eres demasiado delgado para jugar en el equipo nacional'.
Antes de los 18 años te dejaron fuera de tu club favorito, Legia Varsovia. ¿Cuánto te dolió la decisión en ese entonces?
Lewandowski: Eso dolió mucho. Tenía sólo 17 años y poco tiempo antes había perdido a mi padre. Todavía recuerdo haberme lesionado y estar esperando la decisión sobre qué harían conmigo en la siguiente temporada. Y de pronto, una o dos semanas antes de que expirara mi contrato, el secretario del Legia me informó que el club no me iba a renovar.
Getty Images¿Cómo lidias con algo así siendo adolescente?
Lewandowski: Es cierto que no había muchas cosas que pudieran haberme hecho sentir optimista en ese momento. No fue fácil para mí, especialmente teniendo en cuenta la mentalidad. Cuando alguien te dice algo así duele, ni siquiera quería oírlo. Por supuesto, yo tenía una opinión diferente a la de los entrenadores.
¿Utilizaste esos contratiempos como motivación?
Lewandowski: Lo que fue decisivo para mí fue lo que sentí en mi corazón, individualmente. Realmente quería llegar y mostrarles a todos lo que puedo hacer. No importa lo que digan los demás si tienes una voluntad fuerte. Así que miré hacia adelante y seguí trabajando en mí mismo.
¿Qué trabajo hacías?
Lewandowski: Cuando tenía 18 años, empecé a trabajar más en el gimnasio y a desarrollar mis músculos. Eso ayudó mucho.
Después de tu paso por Legia, te incorporaste a Znicz Pruszkow, de la Tercera División polaca. ¿Cuál fue el motivo?
Lewandowski: En primer lugar, debo decir que cuando fui a Legia, escuché el consejo de otras personas por primera y última vez en mi vida. Después de eso, sólo quería tomar mis propias decisiones y no dejar que nadie me influenciara. Tuve la oportunidad de Znicz Pruszkow cuando estaba en forma de nuevo y decidí arriesgarme.
Un paso atrás que, en retrospectiva, fue acertado: dos años después llegaste a Lech Poznan. ¿Qué tan grande fue ese cambio para ti?
Lewandowski: Lech fue mi primera oportunidad como profesional. Por primera vez vi cómo funcionan las cosas en el primer nivel. Desde el día uno supe que había tomado la decisión correcta al mudarme a Poznan. Teníamos un muy buen equipo, en la Copa UEFA pasamos la fase de grupos y a nivel nacional ganamos todo en los dos años que estuve allí.
Luego te mudaste a Dortmund. ¿Por qué fuiste al BVB?
Lewandowski: Sabía que el siguiente paso tendría que ser en el extranjero. También tenía claro que quería llegar a un club que tuviera la ambición de, al menos, pelear por la Europa League. El Borussia Dortmund ya me había hecho una oferta un año antes, pero hubiera sido dar el paso demasiado temprano. Después de dos años me sentí listo. El club tenía un entrenador convincente como Jürgen Klopp, contaba con un equipo joven y jugaba con un sistema que me convenía. Esos aspectos me motivaron.
Al principio, sin embargo, no solías formar parte del once inicial. ¿Cuándo cambió la situación?
Lewandowski: Los primeros tres meses en Dortmund fueron difíciles. Pero todavía recuerdo el momento exacto en que mejoró la situación.
¡Cuenta!
Lewandowski: Perdimos un partido de visitantes frente a Marsella en la Champions League. En ese momento, realmente no sabía cuál era mi posición con el entrenador. Después del partido, hablé con Jürgen Klopp y le pregunté abiertamente qué esperaba de mí. Hablamos durante casi dos horas, le dije lo que pensaba y él me explicó lo que pretendía de mí. Después de esta conversación todo funcionó mejor. En el siguiente anoté un hat-trick, entregué una asistencia y derrotamos 4-0 a Augsburgo.
Getty¿Así que fue una conversación abierta con Jürgen Klopp la que produjo el cambio?
Lewandowski: De repente me di cuenta de por qué las cosas no iban como estaba planeado al principio. Necesitaba esa charla. Yo era muy joven y vivía en el extranjero por primera vez en mi vida. Todavía no hablaba el idioma a la perfección y, en consecuencia, no entendí todo lo que me dijo. Pero eso no importaba, la situación tenía que ser aclarada.
¿Qué te pidió Klopp específicamente?
Lewandowski: No recuerdo las palabras exactas. Más bien, se trató de intercambiar opiniones de forma clara. No quería llegar a la situación de pasar desapercibido.
Ganaste el doblete con el BVB y llegaste a la final de la Champions League de 2013. ¿Qué recuerdas de aquel partido en Londres contra el Bayern?
Lewandowski: Hubo dos semanas entre el último partido de la Bundesliga y la final de la Champions, así que tuvimos tiempo libre y pudimos prepararnos. Trabajamos muy duro en nosotros mismos, pero tal vez estábamos un poco cansados en ese partido. Personalmente, en el minuto 65 sentí que mi fuerza comenzaba a menguar. Sin embargo, saqué muchas experiencias positivas de aquella final.
¿Qué experiencias?
Lewandowski: Después del partido te sientes molesto por las cosas que podrían haberse hecho mejor. Pero me di cuenta de que en una final, el estado de forma de ese día y la experiencia deciden si ganas o pierdes. Nosotros teníamos un equipo muy joven y el Bayern contaba con más experiencia en definiciones: un año antes habían disputado la final y en 2010 también. Ese fue el factor decisivo.
En aquel entonces, el Bayern disfrutó del primer triplete en la historia del club. Tú fuiste una parte importante del segundo. ¿Qué pensaste en el momento del triunfo sobre el PSG?
Lewandowski: Que mi mayor sueño se había hecho realidad. La sensación en ese momento es increíble, nunca antes había sentido nada igual. Te das cuenta de que el arduo trabajo que has hecho en más de 20 años es recompensado.
¿Puede un logro tan grande ser superado?
Lewandowski: Siempre hay margen para la mejora. Fue bueno que después del Triplete no pasara mucho tiempo antes del comienzo de la nueva temporada, porque todavía estamos en modo ganador. Mientras juegues al fútbol, tienes que tener hambre. Llegar a la cima es difícil, pero mantenerse es aún más complicado. Ahora tenemos que dar un porcentaje aún mayor. Al final de tu carrera hay tiempo de mirar hacia atrás y disfrutar de los títulos que has ganado.
Cuando se habla del torneo en Lisboa, la victoria 8-2 contra el Barcelona no puede dejarse de lado. ¿Qué pasó ese día en el Estadio Da Luz?
Lewandowski: La primera parte jugó un papel muy especial, marcamos muchos goles y presionamos a la perfección. Rápidamente tuvimos la sensación de que estábamos encaminados hacia la victoria y que no había manera de perder el juego.
¿Qué dices como entrenador en el medio tiempo cuando tu propio equipo está jugando así?
Lewandowski: Hansi Flick dijo que debíamos mantener el ritmo, eso funcionó muy bien contra el Barcelona. Siempre queremos más, siempre queremos jugar hacia adelante. Jugamos una gran primera mitad, pero queríamos superarla. Ese es nuestro ADN. Te das cuenta de eso en cada sesión de entrenamiento.
A principios de la temporada pasada, no parecía encaminarse hacia el Triplete. ¿Cómo viviste la situación, especialmente después del 1-5 en Frankfurt?
Lewandowski: Nos dimos cuenta de que las cosas no estaban funcionando. Eso fue particularmente evidente en ese partido.
¿Por qué todo mejoró después?
Lewandowski: Obviamente, necesitábamos calmarnos un poco. Después de dos o tres semanas todo mejoró. Los jugadores sabíamos lo que el entrenador esperaba y la confianza volvió. Crecimos juntos como equipo y evolucionamos de manera positiva, especialmente en términos de la forma en que jugamos. Ahora podemos responder mejor a los problemas.
¿Qué gol de la temporada pasada recuerdas particularmente?
Lewandowski: En primer lugar, todos los goles que marcamos juntos en Lisboa. Además, mis tres goles contra el Schalke 04 en la segunda fecha de la Bundesliga y el doblete en la final de la Copa DFB contra el Leverkusen.