El Barcelona tuvo una noche negra en su debut en LaLiga 2019-2020 y cayó por 1-0 en su visita al Athletic Club. El duelo en San Mamés deja tocado al vigente campeón y a una de sus nuevas estrellas como es Antoine Griezmann. El francés jugó su primer partido oficial como blaugrana y tuvo una noche para olvidar en la que fue el jugador que menos participó en el juego de su equipo.
Ante la ausencia de Messi, Griezmann formó en ataque con Dembélé y Luis Suárez. El uruguayo también se lesionó en la primera parte y el galo quedó señalado para empezar a asumir galones en su nuevo equipo pero no estuvo a la altura, a pesar de que pudo marcar en el segundo tiempo con un cabezazo que se marchó desviado. Ese remate fue uno de los tres que intentó pero ninguno de ellos fue a puerta ni hizo trabajar a Unai Simón.
Aún más preocupante fue su desconexión con el juego colectivo del equipo, ya que, de los jugadores blaugranas que jugaron los 90 minutos, Griezmann fue el que menos veces tocó el balón sólo con 33 intervenciones, y el que menos pases intentó con 20 y sólo entregó correctamente 14 de ellos. Además cometió 2 faltas, perdió 10 balones y fue el único futbolista del Barcelona que cayó en posición de fuera de juego.
"Creo que todos esperamos mucho de muchos jugadores, no quiero individualizar, el equipo no ha estado como esperábamos", comentó Ernesto Valverde tras el encuentro sobre el debut de Griezmann.
Por su parte, Griezmann optó por intentar pasar página cuanto antes y pensar en el próximo partido ante el Betis: "Lo que más cuesta en el fútbol es el último pases. LaLiga es larga y hay que darle la vuelta en el próximo partido. Es una derrota pero hay que trabajar para mejorar. Queremos darle la vuelta con trabajo y así mejoraremos".
