Barcelona GranadaGetty Images

El Barcelona entra en la UVI


EDITORIAL

De mal en peor sigue el Barcelona lejos del Camp Nou. En su cuarto partido fuera de casa esta temporada volvió a decepcionar tras encajar un gol de Ramón Azeez cuando se había disputado poco más de un minuto. El nigeriano aprovechó un centro desde la derecha de Antonio Puertas, que apenas encontró oposición en un Júnior Firpo que vivió un debut como titular del Barcelona para olvidar. El fallo del lateral dominicano cantó más que otros porque provocó un gol pero la realidad es que durante el primer tiempo solo Frenkie De Jong, esta vez como mediocentro, dio el mínimo do de pecho ante un Granada capaz de secar al Barcelona en todo el primer tiempo.

Ni un remate a puerta realizaron los barcelonistas en la primera mitad del partido, lo cual ha sucedido ya en tres partidos de los cinco disputados esta temporada, un dato arrollador. Y no solo eso sino que Marc-André Ter Stegen, héroe en el Signal Iduna Park y máximo responsable de que su equipo sumara un punto en casa del Borussia Dortmund, ha encajado ya siete goles en los últimos quince remates que ha recibido. Es demasiado para un Barcelona pero vista la inoperancia en el nuevo Los Cármenes es evidente que Ernesto Valverde no puede esperar mucho más. Roberto Soldado hasta pudo meter el segundo de su equipo pero su remate se marchó fuera por muy poco.

Tras el descanso disminuyó la autoridad del Granada sobre el terreno de juego pero sirvió de poco. Valverde se cargó a Junior y a Carles Pérez para dar entrada a Leo Messi, de nuevo suplente, y a un Ansu Fati al que a los dieciséis años le ha tocado ser, junto a De Jong, el único elemento que ilusiona al barcelonismo pues Antoine Griezmann vivió otro partido grisáceo tirando a negro, escorado en una desconocida banda izquierda, un zurdo como él que siempre ha partido desde la derecha para hacer daño al rival. Este movimiento de piezas fue el único golpe sobre la mesa que demostró Valverde, apático durante el primer tiempo a pesar de que habitualmente ni siquiera se sienta en el banquillo. Esta vez apenas se levantó.

Y el Granada seguía acercándose, tanto que hasta logró un penalti que el VAR ratificó por manos claras de Arturo Vidal dentro del área barcelonista. Y, a diferencia de lo sucedido en Dortmund, esta vez Ter Stegen no logró atajar el remate de Vadillo, que estableció el 2 a 0 definitivo y le subió los colores, todavía más a un Barcelona que de no carburar está pasando a gripar el motor.

Ha encajado 9 goles en solo 5 jornadas, hasta cuando ha ganado en casa ha tenido la puerta abierta. Se trata del peor registro defensivo en la Liga de los últimos veinticinco años. Ni siquiera se apresuraban los jugadores azulgrana en servir los balones que iban fuera del campo, resignados como se vieron a una nueva debacle. Y no solo eso pues si el partido no acabó sin un solo remate azulgrana entre los tres palos fue gracias a una combinación de Messi y Fati. Es el tercer desplazamiento del año en el que el Barcelona solo tira una vez al muñeco. Así que es fácil concluir que este es un Barcelona de récords, sí. Pero negativos porque el equipo da serias muestras de estar en caída libre y nada ni nadie parece que pueda pararlo.

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