Carlos Queiroz Colombia - Japón Amistosos 2019FCF

El balance del inicio de la Era Queiroz con la Selección Colombia

Perú cerró la preparación de la Selección Colombia para la Copa América que está a la vuelta de la esquina. Con una victoria 3-0, los cafeteros completaron tres victorias en cuatro partidos disputados con Carlos Queiroz, todos ellos amistosos.

El arranque del ex-técnico de Irán es bastante positivo y alentador, a pocos días de iniciar la competencia oficial, nada menos que ante la Argentina de Lio Messi. Con un claro sistema de 4-3-3 y un volumen de ataque importante, la Selección se fortaleció y creció en niveles tanto individuales como colectivos, respecto a la última imagen que dejó el combinado nacional en el cierre de la era Pékerman.

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Queiroz se tomó el tiempo de llamar a nuevos jugadores, probarlos, intentar nuevos roles para jugadores consagrados (James puntero, Cardona de enlace, Cuadrado de interior, Barrios o Cuellar “solos” como volantes 5, Uribe más adelantado, entre otros) y evaluar a los 23 que finalmente estarán en Brasil para tener una idea completa de sus herramientas. Vale destacar que el técnico no ha dado pistas de terquedad desmesurada y ha sabido recomponer algunos errores propios o hacer los cambios que el partido pide sin importar los nombres que hayan de por medio.

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Queiroz también ha demostrado una excelente lectura de los momentos de los jugadores, aprovechando con sabiduría el buen presente de Edwin Cardona, Stefan Medina, William Tesillo y Matheus Uribe principalmente. Su trabajo previo, recién asumió el comando de la Selección y antes de jugarse cualquier partido, hablando con los referentes James Rodríguez, Radamel Falcao y David Ospina, se nota en el colectivo que no se ha resentido pese a que los tres vienen de temporadas con poco protagonismo.

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Tampoco le tembló la mano para sacar a Juan Guillermo Cuadrado, de flojo nivel y que de mantenerse coherente, entendería que el volante de la Juventus hoy no está para ser titular. Dicho sea de paso, la caída de Cuadrado con Colombia no es de ahora y data desde el 2014 -pasado el Mundial- influenciado en parte por las lesiones, pero también por insistir en un trabajo ofensivo en su costado que los rivales desarticulan con mucha facilidad.

En conclusión, la Colombia de hoy se ve sólida, fuerte y compacta. Es una selección con la capacidad de defenderse con inteligencia, sin necesidad de encerrarse y a su vez de atacar con ferocidad con hasta seis hombres llegando al área contraria. El equipo, evidentemente, tomó la idea de juego, asimiló bien la nueva estructura táctica y completó sin mayores problemas una preparación apropiada para llegar con la moral y la curva de rendimiento en su punto más alto a Brasil. Queiroz, en su inicio, está aprobando.

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