La Copa América parece estar maldita. Postergada un año por la primera ola de la pandemia de coronavirus, fue reprogramada para el 2021, con Colombia y Argentina como organizadores. Sin embargo, primero fue el país cafetero el que quedó descartado como sede, a partir de la grave crisis institucional que atraviesa. Y a menos de dos semanas de la fecha prevista para el inicio del certamen, también se bajó el otro anfitrión, por cuestiones sanitarias.
La decisión se terminó de tomar sobre la noche del domingo 30 de mayo. Minutos después de que el ministro del Interior argentino, Eduardo De Pedro, pusiera en duda la capacidad del país para organizar el evento en las actuales circunstancias del país ante la segunda ola del coronavirus, CONMEBOL emitió un comunicado para confirmar la resolución de "suspender la organización de la Copa América en Argentina". Menos de 12 horas más tarde, se confirmó que el torneo se mudará a Brasil, que ya lo organizó en 2019.
Si bien en su anuncio la Confederación se arrogó la decisión del cambio de sede, este lunes por la mañana Alberto Fernández confirmó que la determinación partió del gobierno argentino: "Lo que más me preocupó y nos llevó a tomar la decisión es que las sedes elegidas eran Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, todas localidades que están en alerta epidemiológica. En muchos de esos lugares, los gobernadores no respetan las medidas sanitarias. Con el riesgo interno que tenemos, no íbamos a sumar uno externo", explicó el presidente en diálogo con AM 990.
En tanto, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, aclaró: "No tomamos esta decisión por lo que implicara en términos de riesgo sanitario, porque la verdad que en ese sentido estaba todo muy controlado: los protocolos son estrictos, los planteles viajan en chárter y quedan aislados. Pero nos parecía que era un mensaje confuso organizar un evento de esta magnitud en un momento en el que le estamos pidiendo a la gente que haga un esfuerzo muy grande. Era algo que podía malinterpretarse"
La segunda ola no da tregua en Argentina y hace dos semanas, cuando se suspendió el fútbol argentino ya que el país regresó a un estricto confinamiento, la realización del certamen se volvió a poner en duda. Luego de la decisión del país cafetero de bajarse de la organización, el Gobierno Nacional aceleró los procesos para poder recibir la competencia, pero la situación epidemiológica puso un freno a los planes. Por eso, Alberto Fernández y Alejandro Domínguez se reunieron en la Quinta de Olivos el último miércoles por la tarde para definir algunos detalles.
TODO LO QUE HAY QUE SABER DE LA COPA AMÉRICA 2021: FECHAS Y PARTIDOS
Según comunicó de manera oficial la CONMEBOL, el Gobierno presentó un "estricto protocolo" para poder realizar el certamen y se "evaluaron los aspectos organizativos y logísticos y todo lo concerniente a los protocolos sanitario", entre ellos, la habilitación de nuevas sedes, las cuales reemplazarían a las que ya habían sido elegidas en tierras cafeteras.
Sin embargo, no se aseguraba que se pueda realizar el campeonato, ya que la última palabra sería del Ministerio de Salud. Según se explicaba en el documento publicado en el sitio oficial, "el análisis de la disputa de esta CONMEBOL Copa América y sus protocolos sanitarios para que se pueda organizar en el país quedará bajo el riguroso estudio de funcionarios del Ministerio de Salud de la República Argentina".
Mientras tanto, la interna en el seno del Gobierno argentino estaba clara: por un lado, Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete de Fernández, dejaba en claro que la realización de la copa "no tiene impacto desde el punto de vista sanitario", aunque advirtió sobre los estrictos protocolos presentados. "Planteamos fueron protocolos muy estrictos, de alta y permanente fiscalización y se los llevaron para analizarlos para ver si se pueden cumplir. Se sorprendieron bastante respecto a las exigencias e incluso nos hicieron comentarios de que ni siquiera en la Eurocopa se cumple con estas cosas", manifestó.
Carla Vizzotti, sin embargo, prefiría poner mantos fríos: "No está definido en un 100%, no ha pasado el tiempo suficiente como para medir el impacto. La curva en provincias donde se había tensionado el sistema de salud se está estabilizando, pero en otras provincias que tenían una situación estable, los casos están aumentando. Estamos generando protocolos desde hace meses y articulando con otros ministerios. Se suman protocolos específicos en lo que son las concentraciones y entrenamientos, traslados, periodistas y la prevención respecto a las aglomeraciones de personas. Ese trabajo se está haciendo como si se hiciera la Copa América, y la decisión final será en estos días", anunciaba 24 horas antes de la decisión final.
En la segunda parte de la explicación, CONMEBOL sostuvo que "en breve se anunciarán novedades" respecto a cuál será la sede final, con dos alternativas: por un lado Chile, cuya campaña de vacunación avanza firmemente y los casos están en baja, mientras que está también el ofrecimiento de Estados Unidos, que permitiría los partidos con público presente en los estadios.