Como es habitual, Colombia y Brasil ofrecieron un verdadero espectáculo de fútbol en la tarde cálida del Metropolitano de Barranquilla, ante un público que no se cansó de empujar desde el primer, hasta el último minuto.
El conjunto brasilero volvía a contar con Neymar para su XI inicial, luego de pasar trabajos ante Venezuela para sostener su invicto por Eliminatorias y sabiendo que Barranquilla sería una dura plaza para sacar puntos, sin embargo, el crack de la verdeamarela estuvo bien referenciado por una sólida defensa que no se permitió errores que pudieran costar caro.
David Ospina volvió a ser la figura del compromiso con varias atajadas que levantaron al público de sus asientos para darle un cerrado aplauso al portero que aumenta su leyenda como el jugador con mayor número de partidos vistiendo la Tricolor y siendo ese último recurso que nunca falla.
Encuentro ajustado, con opciones para ambos, posesión repartida y acciones que fueron dignas de un compromiso que sigue cobrando relevancia con cada enfrentamiento que se presenta y que en esta ocasión se vio opacado por el dudoso trabajo del árbitro Lustó, parcial a la hora de sacar las tarjetas, permisivo con la pierna fuerte de la visita y siendo determinante en el resultado al no revisar una mano dentro del área, que pudo ser sancionada como penal a favor de Colombia.
Colombia jugó de tú a tú, sin reservas, entendiendo la calidad y posición del rival, con jugadores entregados, comprometidos y que sintieron la camiseta para sacar un punto ante el líder, invicto, de unas Eliminatorias en las que se sigue acomodando para puestos de clasificación directa. Siguiente rival, Ecuador, con quien pelea de manera directa y que viene de perder ante Venezuela, ganar este compromiso en casa, pude ser un paso gigante con umbo a Qatar.
