Argentina jugó su mejor partido en la Copa del Mundo, dio un golpe en la mesa y, después de un debut difícil, se erigió nuevamente como candidata al título. Para mayor felicidad de un país, se le abrió el cuadro y deberá enfrentar en octavos de final a Australia, la gran sorpresa de la competición.
Para lograr el funcionamiento ideal ante los polacos hubo distintos aspectos fundamentales que han surtido efecto en el conjunto albiceleste.
DARLE SENTIDO A LA POSESIÓN
Un problema que Argentina tuvo durante todo el encuentro ante Arabia Saudita y un gran lapso del duelo contra México fue lo que hacía con la pelota. La tenía, pero o no sabía para qué o había una mala lectura del juego.
Frente a Polonia completó 868 pases con una eficacia del 92%, este registro marcó un récord: es la cantidad de pases más alta para la albiceleste en una Copa del Mundo. En primer lugar hegemonizó la posesión porque quiso, pero también porque su rival nunca se interesó por disputarla. Es el estilo de los polacos: han tenido un 39% de posesión (322 pases) en el debut, 36% (297 pases) ante Arabia Saudita y esta vez 27% con 317 pases.
No obstante, Argentina tuvo un plan claro desde el inicio. Con respecto al duelo previo, el ingreso de Enzo Fernández por Guido Rodríguez (que había completado muy bien su trabajo ante México) en el eje cambió considerablemente el perfil de juego. El equipo buscó asociarse con pases cortos, movilidad, y desmarques al espacio. Por primera vez en la competición se pudo ver al reconocible equipo que se asociaba a partir de la pelota.
El dato es claro: Argentina tuvo quince posesiones mayores a 45 segundos, lo que se considera una posesión muy larga. También tuvo ¡25 posesiones! entre los 20 y 45 segundos, que son largas.
Un futbolista que vivió su reivindicación es Rodrigo De Paul, que completó 137 pases sobre 145 intentos. Es la cifra más alta de pases bien dados para cualquier argentino en una Copa del Mundo.
Ya con el 1-0 en el bolsillo, Scaloni decidió poner a Leandro Paredes de mediocampista central y soltar a Enzo Fernández por la izquierda. El ex-Boca se adueñó rápido de las acciones, y también permitió que el de Benfica pueda ser más punzante en los últimos metros.
En la media hora que estuvo en cancha, Paredes dio 80 pases (77 existosos). Fue el cuarto argentino con más pases, solo detrás de Rodrigo De Paul, Nicolás Otamendi y Enzo Fernández que jugaron todo el partido. Según Opta, ningún suplente realizó más entregas efectivas en un partido de Copa del Mundo desde que se tienen datos a partir de 1966. Cierto es que el contexto ayudó. Los polacos decidieron cuidar su diferencia de gol considerando lo que estaba sucediendo en simultáneo con México y Arabia Saudita, pero todo concluyó en un partido histórico.
GOALEl momento previo al gol de Julián Álvarez. El pase de Leandro Paredes a Enzo Fernández, que luego asistiría al 9.
LATERALES AL ATAQUE
Marcos Acuña por izquierda, Nahuel Molina Lucero por derecha. Una constante argentina para generar superioridades fue estirar a la numerosa defensa polaca y poder ingresar por el centro. Esto fue trabajado por Scaloni, según comentó en rueda de prensa: "Sabíamos que con Ángel (Di María) abierto y doblando Nahuel (Molina Lucero)... Estaba tan bueno para ir por ese lado que Nahuel en un momento no tenía piernas, entonces había que regular, ir para el otro lado, descansar un poco y volver a atacar por ese lado porque sino lo terminás fundiendo".
El trabajo de Molina Lucero generando superioridad
GOALMolina Lucero se posiciona por dentro, generando superioridad en ese sector.
GOALUna vez que la pelota le llega a Di María busca romper al espacio.
GOALTira el centro atrás a Julián Álvarez. Un aviso del 1-0.
Di María cambiando de posición para generar profundidad
GOALDi María se cruzó a la banda izquierda durante unos minutos, así le daba descanso a Molina Lucero.
CONVICCIÓN
Argentina nunca se despesperó a pesar de que un gol saudí en el otro encuentro lo podía dejar afuera. Ni siquiera luego del penal errado por Leo Messi. El mismo capitán agarró rápido la pelota y comenzó a hacer más de lo que debía. Fue un mensaje: hay que seguir como venimos. Intentó algunos pases frontales, otras gambetas.
En total tuvo 23 llegadas, pero durante el primer tiempo tuvo 12 chances claras. Lionel Scaloni lo vio claro. En el entretiempo no decidió cambiar nada, solo seguir insistiendo. "Habíamos visto que ellos no defendían del punto de penal para atrás. Se agrupaban mucho en la zona entre el arquero y el área chica, y siempre buscamos el centro atrás".
GOALEl gol de MacAllister combinó el centro atrás de Molina Lucero con la llegada de Alexis, que esperó y recibió solo justo unos pasos detrás del punto del penal.
El gol de Julián Álvarez entró en la historia
@OptaJavierJulián Álvarez fue un pleno total de Lionel Scaloni. Si bien las actuaciones del futbolista ya estaban pidiendo más minutos, el entrenador encontró el duelo ideal para ponerlo desde el inicio. Sus buenos movimientos de desmarque y su incansable presión, lo hicieron completamente amenazante para la defensa polaca. Sin referencias en ataque, pero generando incomodidad siempre.
Su gol, además, entró en la historia. La secuencia de 27 pases superó a la de Cambiasso vs. Serbia y Montenegro, siendo la más larga de Argentina en una Copa del Mundo. Es la muestra tamaño escala de lo que fue el partido.
PRESIÓN TRAS PÉRDIDA
La presión tras pérdida fue clave para mantener a Argentina siempre en campo contrario. De las 60 posesiones polacas, 39 duraron solo entre 0 y 10 segundos. Un poco porque no tenian herramientas para dominar la pelota, pero también por la asfixiante presión albiceleste.
Cuando buscaban a sus delanteros, rápidamente los dos centrales argentinos estaban pegados a ellos para no dejarlos dar vuelta. Nicolás Otamendi completó otro partido imperial con el 80% de los duelos defensivos ganados. Cristian Romero llegó al 65%.
Pero también tiene que ver con la calidad de posesión y posicionamiento. Al dar tantos toques por jugada, Argentina siempre quedaba unida tras pérdida y debía hacer recorridos más cortos.
CONCLUSIÓN
En definitiva, hay muchos aspectos que bien enlazados nos han regalado un camino para seguir construyendo. Desde la dirección técnica de Lionel Scaloni, las actuaciones individuales de los futbolistas, y también la colectiva. Argentina tuvo un traspié, pero tomó la brújula y de a poco está encontrando el Norte. Tras la lesión de Lo Celso, las bajas de Nico González y Joaquín Correa, parecía imposible tener un volumen de juego superior al alcanzado. Pero con las buenas actuaciones de Lisandro Martínez, Enzo Fernández, Julián Álvarez y demás futbolistas que han sumado confianza durante la Copa del Mundo, la esperanza crece partido a partido.
