América de Cali perdió el pulso ante Águilas Doradas

Era un duelo mano a mano por varios factores: estilo de juego ofensivo, priorizando el buen trato a la pelota, enfrentamiento entre los escoltas de Millonarios en la tabla, medir el aceite uno con el otro. Al final el duelo fue para los antioqueños, que ganaron en efectividad, pero para América hay sensaciones buenas y también cosas para trabajar oportunamente.

Lo primero fue que ante los Dorados perdieron por momentos la posesión de la pelota, se dejaron sorprender y fueron igualados en intensidad de juego y competitividad por un equipo que cada fecha muestra, además de una idea consolidada por Lucas González, avances significativos. No cualquiera y no siempre le planta duelo cara a cara a un gigante como América en el Pascual. Águilas lo hizo y lo ganó.

Entonces Guimarães tendrá que buscar las vías para contrarrestar esos planteamientos, por más escasos que sean en el fútbol colombiano, pues noches como la de hoy en el Pascual se pueden repetir en instancias más definitivas. Y también buscar cómo hacer que su equipo vuelta a retomar el poder anotador para no desperdiciar las opciones que crea y optimizar el trabajo bueno que hacen sus volantes liderados por Quintero.

Un Quintero que cometió una imprudencia para ver la roja y perderse el gran clásico ante Nacional, que si bien el técnico podrá echar mano de su nómina, empezando por Falque, será una baja importante por el momento inspirado que atraviesa el Científico. Un segundo golpe que se suma a la derrota, pero que también permitirá medir la profundidad de la nómina, la capacidad de replantear y la 'resiliencia' del equipo para volver a la victoria después de tres fechas sin lograrlo en un partido que va más allá de la cancha y los puntos.

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