Real BetisGetty

A por la Copa, más que nunca

’El Betis debe ir a por la Copa’, una expresión más que recurrente cuando todas las opciones de éxito del conjunto veridblanco en la actual temporada se circunscriben a la competición que más gloria le ha dado. Con el caminar enmendado, aparentemente, en LaLiga, no pasa absolutamente nada por decir que el objetivo ha cambiado de torneo. Sobre todo porque en la Copa se puede alcanzar ese objetivo que todos en el club pensaban a principio de campaña pero que ninguno se atrevía a pronunciar: Europa. Para que la idea no se enmarañe, intención no es sinónimo de obligación. El Betis no está obligado a ganar la Copa, pero sí está obligado a disputarla al máximo. Siempre desde cualquier prisma, pero más si cabe en su situación.

Y es que el torneo del K.O. reúne condiciones que pueden ayudar al cuadro verdiblanco a llegar lejos. Para empezar, no requiere de la regularidad de la competición doméstica. Éste es el principal factor que ha hecho que el Betis tenga casi imposible cualquier opción de conseguir pelear por puestos europeos. La Copa requiere de la concentración en momentos puntuales, determinados en el tiempo, y sin la sombra de resultados anteriores o cuentas de la lecheras.

La plantilla del Betis ha tenido muchos adjetivos a lo largo de la temporada, y muchos más si nos retrotraemos a campañas anteriores. Su adjetivo más correcto y justo es la posición que ocupa en la tabla, no hay más, para no caer en sempiternos debates, pero lo que sí es cierto es que tiene buenos jugadores. Futbolistas que en momentos puntuales pueden estar a la altura de lo que se espera de ellos. Además, desde el empate logrado en el Gran Derbi, se desprende cierta competitividad de la que adolecían. Este punto se une al factor anterior para hacer crecer las expectativas en esta competición.

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Después está la cuestión de los cruces y la fortuna que pueda tener en ellos. Ya hay algunos equipos de primera división que se han quedado en la cuneta, algunos como favoritos para alzarse con el trofeo como el Atlético de Madrid. Y quién sabe si hay alguno más que se cae preocupado por menesteres de otras competiciones. En este caso, el sendero se aclara y si le sumamos los puntos anteriores las probabilidades siguen creciendo.

Y por último está la cuestión más importante, la de no volver a tener una temporada más que acabada a las primeras de cambio como ocurrió el año pasado. El Betis no puede cometer el mismo pecado por segunda vez de cara a sus aficionados. Simplemente es inadmisible. Y penalizaría mucho al enésimo proyecto de Haro y Catalán. Por tanto, es una Copa o nada, que unido a lo anteriormente enumerado deja sin argumentos cualquier posibilidad de réplica.

La estrategia parece diseñada por Lupin y sobre papel no se percibe ninguna grieta. Pero la realidad dista mucho de lo que se puede imaginar. Eso sí, no me negarán que con la lectura de cada componente han ido asintiendo con la cabeza y dándole la razón al artículo. Ahora queda lo más complicado, unir cada punto.

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