Ronaldinho ya no podía más. El soso empate de Brasil con Estados Unidos en su último partido de preparación para la Copa América del pasado verano lo llevó al límite. Ronaldinho renunció a apoyar a la Seleçao.
“Eso es todo, amigos, ya he tenido suficiente,” escribió el ganador de la Copa del Mundo en Instagram. “Este es un momento triste para quienes aman el fútbol brasileño. Se está volviendo difícil encontrar el espíritu para ver los partidos. Este es quizás uno de los peores equipos en años recientes, no tiene líderes respetables, solo jugadores promedio para la mayoría".
“He estado siguiendo el fútbol desde que era niño, mucho antes de que pensara en convertirme en jugador, y nunca he visto una situación tan mala como esta. Falta de amor por la camiseta, falta de determinación y lo más importante de todo: fútbol".
“Lo repito, nuestro desempeño ha sido una de las peores cosas que he visto. Una pena. Por lo tanto, declaro mi renuncia. No veré ningún partido de la Copa América de CONMEBOL, ni celebraré ninguna victoria.”
Ese mensaje devastó a los jugadores de Brasil, y a Raphinha en particular. La estrella consideraba a Ronaldinho no solo un ídolo, sino un amigo.
“Ha sido un duro golpe para nosotros,” admitió Raphinha a los reporteros. “Necesitamos aliento y críticas constructivas, no negatividad. Estamos trabajando duro para devolver la gloria a Brasil.”
El esfuerzo de Raphinha ciertamente no se puede criticar. Pocos jugadores en el fútbol mundial están trabajando tan duro como él en este momento, o jugando mejor a nivel de clubes. La gran pregunta es, sin embargo, si el papel clave que tuvo para resurgir al Barcelona esta temporada podrá tenerlo también para resucitar a Brasil durante el nuevo parón internacional...