Se suponía que Ansu Fati sería la próxima gran novedad en el mundo del fútbol. Un producto de La Masia al que le gustaba atacar desde la banda, enfrentarse a los defensores y disparar a portería con una precisión mortal. Era prácticamente el jugador más parecido que el Barcelona había producido a Lionel Messi en años.
Durante 12 gloriosos meses, Ansu pareció listo para tomar el relevo de Messi. Debutó en septiembre de 2019 y enamoró a La Liga durante casi un año. Rompió innumerables récords, marcó goles a un ritmo mejor que Messi al principio de su carrera y, quizás lo más importante, jugó un fútbol divertido.
Se dijo que era el próximo Messi, el hombre en el que el Barça podría confiar en los años venideros. O eso parecía. Fati pronto bajó al infierno de las lesiones, nunca se recuperó realmente de un problema en la rodilla y, como resultado, sufrió una serie de problemas musculares. Cuatro años después de su debut, Fati sale cedido al Brighton inglés.
¿Pero cómo salió todo tan mal? GOAL repasa la carrera de Fati, analizando cómo un jugador que alguna vez fue considerado uno de los mejores del mundo ahora se encuentra buscando reconstruir su carrera lejos de Can Barça...