A esta altura de agosto, tras varias conversaciones informales y propuestas oficiales , existe una sentencia: Enzo Pérez no jugará en Sporting de Lisboa. El mendocino, finalmente, había decidido aceptar la propuesta del club portugués, pero su definición llegó demasiado tarde: cansado de esperar, el conjunto luso decidió contratar al serbio Nemanja Gudelj.
Sporting llegó a realizar una propuesta formal de 2,5 millones de euros por el pase, que River rechazó. Sin embargo, el Millonario nunca cerró la puerta de la negociación: tras ese primer contacto, desde Núñez se volvieron a contactar con la institución portuguesa para retomar las conversaciones después del partido de vuelta contra Racing del miércoles 29, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Pero en Lisboa no estaban dispuestos a esperar tanto tiempo.
El conjunto luso pretendía un gesto público por parte del mendocino, en el que mostrara sus ganas de emigrar a modo de presión para apurar las gestiones: en Sporting lo esperaba un contrato de 1,7 millones de euros por año, durante tres temporadas. Durante todos estos días, Enzo puso sobre la mesa todos los factores: de un lado, sus ganas de triunfar en River, el club del que es hincha y con el que siempre soñó en jugar; del otro, la posibilidad de volver a Europa y de cobrar un buen contrato.
La pérdida de terreno en la consideración de Marcelo Gallardo, para quien ya no es un indiscutido, llevó al mediocampista a tomar la postura de cambiar de aires. De hecho, días antes del partido revancha frente a la Academia -en el que se terminó yendo expulsado tras una infantil provación a Ricardo Centurión-, hubo un último intento de Enzo para convencer a Sporting , pero no llegó a buen puerto. Ya era tarde.
