2018-06-21-messi(C)Getty Images

Messi es culpable

No es la primera vez que Argentina juega mal. De hecho, hace rato que esta Selección no puede dar tres pases seguidos. Ni con Bauza ni con Sampaoli. Sin embargo, siempre hubo uno que salvó al resto. Uno que lideró al equipo en las malas. Parecía heroico todo lo que hacía. Esta vez no pasó. Lionel Messi fue tan malo como sus compañeros. O incluso peor. Porque él es el mejor y porque no dio la cara. Y cuando la dio, como en el penal o los tiros libres de Islandia, falló.

En este segundo partido lo incomodó más aún el sistema. El DT lo mandó a jugar a la derecha y en el medio el que más jugaba era Enzo Pérez que andaba más por izquierda. No se contactó con nadie, no retrocedió más a buscar la pelota, no cambió de lado, no encaró, no pidió la pelota. Salvo en el tercer gol que corrió 70 metros para perseguir a Kovacic, estuvo parado y con poca movilidad.

Messi fue apenas el octavo jugador que más pases dio. Hizo 32, con un 75 por ciento de efectividad. Apenas pateó una vez al arco, le hicieron tres faltas y lo peor de todo: perdió 13 pelotas.

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Leo sufrió a una Selección apática por mucho tiempo. Pero entre Islandia y Croacia, el 10 estuvo tan lejos de su mejor nivel, tan lejos del que clasificó al equipo en Quito, que entra por primera vez en la lista de responsables. No será Caballero que hizo una locura con sus pies, no será Mascherano que se quedó parado en el tercer gol pidiendo offside y no será Sampaoli que cambió todo de un partido al otro, pero esta vez Leo no salvó a nadie. Es más, esta vez Leo es culpable.

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