Un partido que pocos se imaginaron algún día fue el que sucedió hoy en Miami, el primero de Colombia sin el profesor José Pekerman al frente del banco Tricolor, las sensaciones son mixtas, por un lado la victoria reconforta, por el otro parece que superar el legado del argentino será complicado.
Colombia no se alejó demasiado del estilo que dejó marcado Pekerman durante sus casi 8 años al frente del grupo humano que el ayudo a formar, aunque lo leve de la idea de Arturo Reyes ya proyectó algo distinto para el futuro.
Volver a jugar con dos delanteros pareció no rendir frutos, a pesar de que el primer gol nació de una combinación entre Bacca y Falcao, quienes parecen pedir tiempo para jugar juntos y comenzar a entenderse, algo que en la era Pekerman no se dio.
Por otra parte, el impacto anímico pareció reflejarse en la actitud del equipo durante la primera mitad del encuentro, donde no llegaban soluciones y al mirar al banco ya no estaba don José para dar instrucciones.
Hay luz en el futuro de Colombia, el chip debe cambiar, si bien, Pekerman marcó la historia del fútbol colombiano con su estilo, enseñanzas y logros, Colombia ya tiene las bases y debe seguir adelante, venga quien venga, teniendo claro que el talento, el amor por la camiseta y el espíritu competitivo no se fue con el argentino.
