Angel Di Maria Rosario Central 2007Archivo

Di María y un recuerdo especial de su paso por La Bombonera

SIn tener en cuenta a los futbolistas del torneo local, por razones obvias, si se suman los partidos disputados en La Bombonera por todos los otros hombres de ataque convocados por Jorge Sampaoli no se alcanzan a completar los dedos de una mano. Paulo Dybala y Mauro Icardi no jugaron nunca en el estadio, Lionel Messi apenas participó de un encuentro a beneficio y Sergio Agüero sólo enfrentó a Boca como visitante en una ocasión, al igual que Ángel Di María. Sin embargo, aquella única presencia de Fideo en Brandsen 805 se desenvolvió en una circunstancia muy especial.

El 18 de febrero de 2007, Rosario Central visitaba a Boca por la segunda fecha del torneo Clausura que ganaría San Lorenzo, con un joven Di María entre los once. El zurdo, que al final de aquel semestre sería transferido a Benfica, tenía menos de 30 partidos en Primera y ya había comenzado a despertar elogios por parte de todo el fútbol argentino. Pero aquella tarde nadie hablaría de él, ni de Emilio Zelaya o Rodrigo Palacio, los autores de los goles en el empate 1-1. Ese domingo, el dueño de todos los flashes era Juan Román Riquelme, que volvía a ponerse la camiseta del Xeneize luego de cuatro años y medio.

Enfrentado con Manuel Pellegrini y la dirigencia de Villarreal, el 10 se había quedado sin lugar en el Submarino Amarillo, por lo que en Boca vieron la oportunidad de ofrecer una solución en el corto plazo: un préstamo por cuatro meses, para que el jugador dispute la Copa Libertadores. Todo se arregló en una operación relámpago y el 8 de febrero de aquel 2007 el club español hizo oficial la cesión. A los cuatro días, 24 horas después del debut del Xeneize en el campeonato, Román llegaba a Argentina. Y con menos de una semana de entrenamientos, saltaba a un Alberto J. Armando que se había vestido de fiesta para la ocasión.

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En ese contexto, Di María jugó un partido discreto y ni siquiera permaneció en la cancha los 90 minutos: a los 24 del complemento, Néstor Gorosito lo reemplazó por Maximiliano Ré, que haría su debut esa tarde. Un antecedente poco rescatable para Fideo, que al menos tiene la anécdota de Riquelme para recordar.

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