En su largo historial el Paris Saint-Germain ha sido bendecido con numerosos jugadores legendarios, aunque tal vez ninguno más que George Weah.
Firmado en 1992 procedente del Mónaco, el delantero internacional por Liberia pasó tres años en el Parc des Princes, donde mostró su potencia, ritmo y capacidad de anotación. Tan bueno fue Weah que ganó el Balón de Oro de 1995, aunque jugó la segunda mitad del año con el AC Milan. Él sigue siendo el único jugador africano que alguna vez ha reclamado el premio.
Veintitrés años después, mucho ha cambiado. Weah es ahora el presidente de Liberia, habiéndose movido a la política, pero la conexión familiar con el PSG continúa después de que su hijo, Timothy, hizo su debut con el primer equipo durante la victoria del sábado por 2-0 sobre el Troyes.
Weah Jr jugó sólo 12 minutos, reemplazando a Giovani Lo Celso poco después de que otro juvenil, Christopher Nkunku, había conseguido el segundo gol del PSG; ningún jugador de la academia en el fútbol mundial habría sido estudiado tan de cerca como el joven delantero nacido en Estados Unidos.
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Estuvo a punto de ser un debut histórico, pero el arquero del Troyes Erwin Zelazny bloqueó su tiro cuando tuvo su única oportunidad clara ante la portería.
Pero mientras todo el foco está en el padre del jugador, fue en realidad su madre, Clar, quien le enseñó el juego. "Ella sabe mucho porque vio a mi papá", dijo Timothy cuando tenía 15 años.
La presencia de Weah en el PSG no es un truco publicitario, y de hecho tiene un contrato profesional con el club que se extenderá hasta 2020. Él ha estado forjando su nombre con los equipos juveniles desde que llegó en 2014, impresionando particularmente en la UEFA Youth League, en la que anotó cuatro veces y dio una asistencia en 11 apariciones.
"Mi primer juego fue muy bueno", dijo después de su debut profesional. "Mis compañeros de equipo me dijeron que me tranquilizara y que no me presionara. Espero hacer aun más en el futuro y comenzar a marcar goles. Mi padre hizo grandes cosas aquí y eso me motiva a hacer lo mismo".
El entrenador Unai Emery admitió que las lesiones de Neymar y Kylian Mbappe, más la posibilidad de descansar a Edinson Cavani antes del duelo ante el Real Madrid a mitad de semana, le abrieron la puerta al jugador de 18 años.
"Es un jugador muy joven que trabaja muy bien en el medio", dijo. "Tuvimos muchos delanteros que no pudieron jugar, así que fue una oportunidad para él. Recibió 15 minutos y lo hizo bien".
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Han pasado casi cuatro años desde que el atacante llegó desde la academia del New York Red Bulls a Francia.
"No quería quedarme en Estados Unidos porque el nivel en Europa es mucho más alto", dijo a Les Titits Du PSG en 2016, justo tras anotar un hat-trick en su debut para el equipo Sub-17. "Elegí el PSG porque es el club más grande de Francia y para un joven como yo una oportunidad que no podía rechazar".
Tras haberse mudado al antiguo club de su padre, la perspectiva de tener esa sombra sobre él de forma persistente no es algo que le preocupe.
"Es normal hablar de mí en la prensa porque mi padre era un gran jugador del PSG", dijo. "Me empuja a trabajar aun más duro porque la gente espera mucho de mí. No tengo miedo de que mis compañeros de equipo lo hagan porque están celosos. No tengo una gran cabeza, estoy haciendo todo para mezclarme con el equipo".
Weah ahora ha dado sus primeros pasos significativos hacia la cima. Ahora su tarea debe ser buscar un lugar más regular en equipo de Emery, lo que eventualmente significará una asociación con el héroe de su niñez Neymar, a quien nombró en su once ideal cuando tenía 17 años, con el brasileño emparejado con el gran George en ataque.
Si puede convertirse en la mitad de jugador que su padre, será una fuerza increíble.
