Araujo De Jong BarcelonaGetty Images

Al Barça sólo le queda la Champions (o sea, nada)

"Una vergüenza, una vergüenza". La imagen final de Xavi hablándole a la cámara habla por sí sola. Fue un triste resumen de lo que es el Barça en estos momentos: un equipo vergonzoso de punta a punta, con un portero invisible y un centrodelantero inmóvil. Los catalanes perdieron tres títulos en 13 días y ahora sólo les queda aferrarse a un triunfo europeo que nadie espera.

Se acabó en enero la temporada para el Barcelona. Los culés llegaron a los tumbos a la Supercopa de España. Cuestionado Xavi, cuestionados los jugadores, e incluso la planificación. Con todo ese ruido, se las ingeniaron para aterrizar en Arabia y ganar a Osasuna en una semifinal que nadie esperaba que perdieran. De hecho, a nadie le convenía. Así pues, hubo Clásico en la final.

Pero el 14 de enero llegó un nuevo baño de realidad. Uno más, pero uno muy doloroso. Un ratito de Vinicius alcanzó para sentenciar la final en favor del Real Madrid. El brasileño hizo sangre, firmó un hat-trick en la primera parte y le quitó al Barcelona el primero de los tres títulos que perderían los blaugrana en menos de dos semanas.

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Al 'supergolpe' se le sumó, diez días más tarde, la siempre traumática visita al Nuevo San Mamés. El Athletic falló tanto que necesitó de la prórroga para echar, de todas maneras, al equipo catalán de la Copa del Rey. El 'adiós' copero se firmó en los primeros minutos del 25 enero, día de un infeliz cumpleaños para Xavi Hernández.

Si al Barça sólo le quedaba aspirar a Laliga y a la Champions, los dos títulos más importantes de la temporada, la derrota en Montjuic ante el Villarreal por tres goles a cinco significa que ahora ya sólo le queda soñar con la Liga de Campeones. O sea, nada.

Porque nadie en su sano juicio (en su insano juicio tampoco) puede creer que este Barcelona puede ganar 'la sexta'. Si ya cuesta pensar en eliminar al Napoli, es inimaginable seguir adelante más allá de octavos. Esto es fútbol y los milagros existen, sí. Pero en Can Barça casi nadie lo espera. Los más sensatos saben que a este Barça ya no le queda nada.

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