ANÁLISIS
El Real Madrid recibe este domingo al Espanyol en el Santiago Bernabéu. Un estadio maldito para el conjunto perico. Y es que son diez años ya sin ganar en el coliseo merengue. Aunque, eso sí, lo cierto es que para el partido de este domingo la maldición se extiende no sólo al equipo visitante -que es algo más habitual-, sino también al propio Real Madrid. Paradójico. El vigente campeón de España y de Europa lleva tiempo manejándose mejor fuera de su estadio que dentro. Está visto que el miedo escénico del Bernabéu viene afectando a todos por igual.
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Los datos de esta temporada son contundentes además: 5 partidos y sólo dos victorias, ninguna de ellas en La Liga; con ocho goles a favor y cuatro en contra. Unos datos no excesivamente buenos per sé, y que todavía resultan peores si se comparan con las estadísticas del Real Madrid lejos del Santiago Bernabéu: 100% de victorias en seis partidos, con 16 goles a favor y apenas cinco en contra, pese a haber jugado fuera de casa ante Barcelona, Manchester United, Borussia Dortmund o Real Sociedad. Como si se tratase del Doctor Jekyll y Míster Hyde.
Goal
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Preguntado este sábado por esta curiosa estadística, Zinedine Zidane relativizó esta particular mala racha. Reduciéndola casi a una anécdota. “La afición es la que tenemos de toda la vida. No la queremos cambiar. No puedes pensar que a nosotros no nos gusta jugar aquí. Si pudiéramos jugar todos los partidos en el Bernabéu, mejor. Es cierto que perdimos puntos en La Liga, pero el pasado no lo podemos cambiar. Tenemos que sumar y vamos a hacer todo lo posible para ello. A todos nos gusta jugar en este estadio”, espetó el galo con firmeza en rueda de prensa desde Valdebebas.
El caso es que Valencia, Levante y Betis han pasado por el Santiago Bernabéu en La Liga y todos han puntuado. Siete puntos han volado ya del coliseo blanco. Cuando la temporada pasada, el Real Madrid terminó el curso también con mejores números a domicilio que en su propio estadio. El primer campeón con semejante registro en toda la historia de La Liga. Una rara avis. Y el Espanyol quiere aprovecharse de ello, por muy a gusto que se encuentre el equipo merengue ante su afición, según clama el propio Zidane.
