EDITORIAL
Javier Mascherano tomó la decisión de seguir en el Barcelona hasta 2019 y cumplirá su palabra. El año pasado reveló que había tenido dudas en cuanto al valor que podía aportar al equipo pero tanto el club como Luis Enrique Martínez le convencieron de que sigue siendo un jugador importante a pesar de que ya no se cuente entre los titulares, pues Samuel Umtiti le ha desbancado, minutos y partidos jugados en mano. Sin embargo, Mascherano sigue siendo un jugador fundamental para el equipo.
No en vano ejerce como cuarto capitán, elegido por sus compañeros hace justo un año y superando en la votación a Gerard Piqué, que creció en el club y es el único barcelonés de nacimiento del equipo. El vestuario confía en él dentro y fuera del campo, donde habla poco pero cuando lo hace es para poner los puntos sobre las íes. Hoy cumple treinta y tres años sabiendo que nadie duda de su rol en el equipo. Solo él, tras más de una década como titular indiscutible en todos y cada uno de los equipos en los que ha jugado, podría decidir cambiar de aires.
Porque el Barcelona tiene clarísimo que sigue contando con Mascherano. Desde la directiva al nuevo cuerpo técnico de Ernesto Valverde, el club cierra filas entorno al 'jefecito', un jugador que llegó en 2010 para sustituir a Touré Yaya y ha acabado consagrado como uno de los favoritos de la afición, que incluso le perdona que no acabara de estar del todo acertado en el Juventus Stadium, igual que hizo Luis Enrique Martínez, que prefirió señalar a otros jugadores en lugar de un Mascherano del que nadie duda.
