Neymar demostró que un futbolista puede acabar enfadado un partido que su equipo termina ganando por 8-0.
El brasileño pareció enfadado y no quiso recibir el premio de mejor jugador del encuentro frente al Dijon FCO, válido por una nueva jornada de la Ligue1 y que finalizó con una escandalosa goleada del Paris Saint-Germain.
A pesar de que había marcado la mitad (cuatro) de los goles del conjunto de Unai Emery en la victoria de los parisinos, el ex del Barcelona salió del campo con la cabeza gacha, y parecía verdaderamente enojado.
¿La razón? Es posible que el internacional brasileño se haya enojado con los pitos que bajaron de las gradas cuando se hizo cargo de un penalti, que derivó en el cuarto gol de su cosecha. La gente pedía en el Parque de los Príncipes que fuera Edinson Cavani quien lanzara la pena máxima, pero Neymar no le permitió rematar. De esa manera, impidió que el uruguayo superara a Zlatan Ibrahimovic como máximo goleador histórico del club galo.
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Neymar debía recibir el premio por haber sido el mejor jugador del partido, pero giró directamente hacia el vestuario.
Desde que llegó al PSG, el surgido en el Santos marcó 24 goles y dio 14 asistencias en 23 partidos oficiales.
