Raúl Gudiño necesitaba una actuación como la del Clásico frente al América. Aunque durante mayor parte del Apertura 2018 ha mantenido un nivel regular, para los ojos de la mayoría de los aficionados del futbol mexicano aún era el portero mexicano que no logró quedarse en Europa y que estuvo involucrado en acusaciones de amaños de partidos.
El cancerbero Rojiblanco detuvo a diestra y siniestra los embates de los Azulcremas. Incluso en el gol del empate, un desvío de Isaac Brizuela tuvo que ser necesario para que batieran su cabaña. Ni Oribe Peralta, Roger Martínez o el propio Andrés Ibargüen, autor del 1-1, habían descifrado el cómo vulnerarlo por debajo, disparos de media altura o incluso vía aérea.
En en el cobro desde los 11 pasos de Mateus Uribe, el exPorto demostró que el colmillo no está peleado con alguien de 22 años: se le movió (y desconcentró) al colombiano, y lo aguantó sobre el trayecto lo suficiente como para adivinar la dirección y su consecuente lance.
Próximos partidos
Viendo su nivel actual y la crisis de porteros que la Selección mexicana padece, su nombre debería catapultarse al menos para la próxima convocatoria de Fecha FIFA. Raúl no es menos que Gibran Lajud ( Xolos de Tijuana) o Hugo González (Necaxa); de hecho es hasta mucho más joven.
Luego del mazazo a raíz de la eliminación en Copa MX a manos de Pumas, el Rebaño —y José Cardozo — sigue vivo en el torneo de la mano, literalmente, del arquero al que rescataron de la ignominia en Europa. Aquel que aceptó la revancha personal y en su primera campaña en México está respondiendo una combinación letal: talento, hambre y madurez.
