Luis Enrique SpainGetty Images

Así es el método con el que Luis Enrique se ha ganado a todos en la Selección española


LA INTRAHISTORIA

Son sus dos primeros días a los mandos de la Selección española junto a los jugadores internacionales que él mismo ha seleccionado. Y aunque sea todavía poco tiempo, se puede decir ya que Luis Enrique ha entrado definitivamente con el pie derecho en La Roja. Sea en el estrato que sea dentro de la compleja organización del combinado nacional, no hay una mala palabra ni una duda razonable tras este arranque. Al contrario, todo son loas para una nueva etapa en la Selección española que irradia optimismo e ilusión nada más levantarse el telón.

Por un lado, y seguramente el más relevante, el asturiano ha encajado muy bien con su plantilla. Tal y como publicaba Marca este mismo martes y pudo confirmar Goal, es cierto que su idea es que no haya tardes libres durante las concentraciones, y que los jugadores volarán directos desde una ciudad a otra sin pasar por Madrid. También es cierto que ha prohibido el uso de los móviles en las comidas. Tal y como ha podido saber Goal, les ha explicado a los jugadores que quiere que las comidas sean un momento de convivencia entre toda la plantilla, y les ha pedido sentido común: literalmente, les ha explicado que si no tienen el móvil cuando comen con sus hijos o sus mujeres, que tampoco deberían hacerlo con sus compañeros de equipo. 

Cuando Luis Enrique dijo en su presentación que quería llevar a la Selección los métodos de un club se refería a estas cosas precisamente, a que aunque estuviesen poco tiempo al año, éste fuera de calidad y señal de un trabajo serio. En la primera charla de presentación que tuvo con la plantilla, según pudo saber Goal, les dijo literalmente que no venía con el látigo, que no es el ogro que proyecta ser en sala de prensa, pero sí quería seriedad y una entrega total. De hecho, en esa primera charla estuvo bastante distendido, haciendo muchas bromas a los presentes para una introducción lo más sedosa posible.

Por otro lado, la Federación está muy contenta también. Ha encajado muy bien en los esquemas en Las Rozas y ha traído consigo lo que esperaban de él cuando le contrataron. Está viviendo a medio camino de la capital española. Pasa 4-5 días a la semana en Madrid, instalado en la residencia de la Ciudad del Fútbol. Por ejemplo, ahora lleva instalado desde el jueves pasado. Y la semana anterior estuvo toda la semana en Madrid. Y las jornadas de  trabajo que hace son maratonianas, o ultramaratonianas -valga la metáfora-, pues son de ocho de la mañana a once de la noche la mayoría de las veces y junto a todo su equipo técnico. 

Por último, aunque no lo menos importante, los entrenamientos han convencido a la plantilla también. “Es muy buen entrenador”, deslizan algunos jugadores de los que le han conocido ahora en la Selección. En cuanto al estilo, ha explicado a sus jugadores que quiere tener el balón en su poder, pero que también quiere agresividad cuando no lo tengan. Y sobre todo, les ha trasladado las ganas que tiene de volver a ganar. La curiosidad, lo que destacó a primera vista en su primer día, es que había colocado una lona para tapar la posible visión desde una zona cercana a la Ciudad del Fútbol. La realidad es que, en los primeros dos días, más allá de esos detalles, el método Luis Enrique ha calado en Las Rozas.

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