El futbol total del Ajax no funciona sin Edson Álvarez

Por Jhon Guiñan

Diseño: Felipe Balcázar

Diseño: Felipe Balcázar

Ajax es una aplanadora en Europa. Le juega al Borussia Dortmund con el mismo desparpajo que lo hace cada fin de semana ante cualquier rival modesto de la Eredivisie. El equipo de Erik ten Hag gana, convence, ilusiona y tiene licencia para soñar con hacer algo a la altura de su grandeza histórica.

La propuesta es la misma de siempre: el futbol total. Ajax se mantiene leal a su credo, entendiendo el balón como elemento innegociable y la versatilidad de sus jugadores como responsabilidad colectiva. No es ningún descubrimiento, pero en esta oportunidad es diferente por una razón en particular: Edson Álvarez.

En un equipo en el que predominan los jugadores rápidos, de baja estatura y buena técnica con el balón, el Machín sobresale por sus cualidades tan particulares. El mexicano mide 1,87 metros, es más lento que el resto y tampoco destaca por ser el más habilidoso. Sí, es obvio que no tiene el ADN Ajax... pero de él depende que todo funcione bien.

Edson ya era un indiscutible en el esquema de Ten Hag en el segundo tramo de la 2020-21, pero las estimaciones iniciales de lo que podría aportar al equipo se quedaron cortas. Y para ello solo hay que echar un vistazo a todos esos cambios que ha tenido el Ajax en estos meses bajo la influencia del ex América. 

Mentalidad ganadora

Esta es una de las principales diferencias con respecto al Ajax de la temporada pasada. No olvidemos que se trata de un equipo joven, con jugadores que se encuentran en proceso de crecimiento y que en su mayoría no han tenido esa oportunidad de estar presentes en grandes citas a nivel internacional.

Los errores puntuales, producto de la inexperiencia de muchos de sus jugadores, le costaron la eliminación al Ajax en la fase de grupos de la pasada edición de la Champions League. Aunque el rendimiento fue mejor en la Europa League, tampoco tuvieron la confianza necesaria para enfrentar a la Roma.

La presencia de Álvarez ha contribuido de forma notable en la personalidad del equipo. El Machín, a sus 24 años, es un referente en la Selección mexicana y sabe lo que es enfrentar a rivales de renombre en torneos importantes, tal como es el caso de sus compañeros Lisandro Martínez, Dusan Tadic y Daley Blind.

Es así como el Ajax ha ganado una confianza impresionante en cuestión de meses. Luego de ganar la Eredivisie y la Copa de Holanda, el equipo ha mantenido esa mentalidad en la Champions League y no se intimida ante nadie. Algo impensable hasta no hace mucho tiempo.

Muro de contención

En principio, el fichaje de Álvarez se hizo con la intención de buscarle un reemplazo de peso a Matthijs de Ligt. Pero Ten Hag vio que el mexicano no tiene la velocidad para jugar en el puesto de central, razón por la que, aun con sus limitaciones, decidió utilizarlo como mediocampista.

Ya en el centro del campo, el Machín ha establecido una sólida relación con los centrales Jurriën Timber y Lisandro Martínez. La comunicación entre los jugadores que conforman el eje defensivo ha sido muy efectiva y los números así lo demuestran: ¡Ajax solo ha recibido siete goles en todas las competiciones!

Con tan solo cinco goles encajados en la Champions League, los de Ten Hag se sitúan a la altura de los mejores registros defensivos del torneo de clubes más importante de Europa. Solo son superados por el Bayern Munich, Real Madrid y Lille, equipos que también avanzaron a octavos de final como primeros de grupo.

Facilita el juego

Tener a un todoterreno en el centro del campo es una ventaja muy grande. Esas cualidades del canterano del América le han dado toda la confianza del mundo a los atacantes del Ajax, que ahora se suman al juego ofensivo con absoluta libertad sin el temor de quedar expuestos a un contragolpe.

Si bien Edson no es el típico jugador del Ajax, es exactamente ese muro de contención que tanto necesitaba Ten Hag para darle equilibrio al equipo y presencia en esas jugadas a balón parado, para de esa manera asumir los riesgos que tanto gustan en el Johan Cruyff Arena.

Nadie en el Ajax se desempeña tan bien defensivamente como el Machín. Es así como otros jugadores como Steven Berghuis, Antony, Dusan Tadic y Ryan Gravenberch pueden destacar, siendo Edson el encargado de asumir el trabajo sucio en la recuperación, ir a los duelos aéreos con su físico y pelear cada balón para compensar las debilidades del colectivo.

Con esa seguridad que aporta Álvarez, el Ajax también ha alcanzado números impresionantes en materia ofensiva: el equipo de Ten Hag suma 68 goles en 21 partidos de esta temporada, siendo el segundo más goleador de la Champions League (20) y uno de los rivales más temidos en el torneo continental.

La transformación del Machín

Obviamente no es De Ligt ni De Jong. También es evidente que las cualidades de Edson, tal como es, son fundamentales para el Ajax. Pero el mexicano sabe dónde está parado y por ello trabaja constantemente en incorporar conceptos del estilo holandés a su juego, logrando incluso una mejor versión de sí mismo.

"No es un secreto que tengo que mejorar con la pelota al momento de girar. Lo he mejorado mucho, pero tengo ganas de seguir mejorando porque sé que puedo hacerlo. Y en las prácticas son cinco, bueno diez minutos al final, me dan pelotas y tengo que girar rápido. Son ejercicios muy muy básicos, pero que al final sirven mucho", dijo Álvarez hace unos meses.

En el duelo contra Besiktas se vieron las primeras muestras de lo confiable que se ha vuelto el mexicano con el balón. Ese trabajo de manejar los perfiles, girar rápido con la pelota y tomar buenas decisiones en la entrega, hicieron de Álvarez el mediocampista más preciso en el partido de Champions League ante el cuadro turco.

Lo mejor de todo es que Álvarez apenas todavía tiene margen de crecimiento y su aventura en Ajax recién comienza. Con la renovación hasta junio de 2025, el club le da un gran espaldarazo a una de sus principales apuestas en el mercado de pases de 2019, cuando ignoraron las críticas la vieja escuela holandesa sobre las capacidades del Machín y vieron en él la pieza que faltaba para hacer realidad el futbol total. 

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