ANÁLISIS
El Real Madrid ganó este miércoles al PSG en un partido de esos que pueden marcar tendencias e, incluso, temporadas enteras (3-1). No sólo por el resultado final, sino por cómo llegó. Con un club parisino en lo más alto, y un club merengue saliendo de la cueva en el momento justo. Y además, con dos giros de timón desde el banquillo que suponen un nuevo paso adelante en la ya de por sí prolífica carrera de Zidane como entrenador. Ganar ocho títulos en apenas dos años parecía no ser suficiente para parte de la opinión pública. Ante el PSG, logró una gran victoria dejando además su sello personal. “Puede ser un buen reto”, vacilaba el galo en la rueda de prensa previa. Y, efectivamente, lo fue.
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No le salió excesivamente bien una fórmula parecida en el Clásico: un 4-4-2 en rombo para tratar de buscar la superioridad en la medular. Entonces fue Kovacic el que salió de la partida, y quedó señalado por su marcaje individual a Messi. O mejor dicho, por su decisión de seguir cubriendo al argentino dejando vía libre a Rakitic en la jugada que abrió el marcador para los blaugranas.
Esta vez, ante el PSG, Zidane repitió fórmula con Isco en el once inicial, sabedor de que el cuadro francés formaría con su tridente en ataque, buscando la posesión en el centro del campo. Y al final el resultado terminó dándole la razón. No sólo por esta maniobra desde la pizarra, sino sobre todo también por los cambios en la segunda parte con Lucas Vázquez y Marco Asensio. Lo único que se repitió con respecto al Clásico fue que el sacrificado del once inicial entonces y ahora fue igualmente Gareth Bale. Claro que entonces el galés regresaba de lesión y apenas había jugado tres ratos entre Copa del Rey y Mundial de Clubes en diciembre, pero ahora estaba enteramente a disposición del técnico madridista. Y aun así, el ‘11’ no fue de la partida.
Una decisión que puede marcar un antes y un después en la trayectoria de Zidane, del Real Madrid y, sobre todo, de la BBC. Y es que, por lo general, siempre que estaban disponibles los tres atacantes, eran la opción principal para el técnico galo (y para otros entrenadores anteriormente). De hecho, el propio Zidane lo dijo nada más aterrizar en el banquillo blanco: “La BBC es innegociable para mí”. Después de que se haya prescindido de ella en un partido de tronío como el de este miércoles, parece que la BBC ya no es innegociable para el técnico. Y visto el resultado, quizás no sea sólo para él.
Próximos partidos
Lo que puede ser una buena noticia para el equipo blanco, indudablemente. Y es que, desde que llegó al cargo de técnico, Zidane se había encargado de construir una plantilla con diversidad de sistemas y alternancia de jugadores. Vista su decisión ante el PSG, el mensaje al mundo es que sigue dispuesto a usar todas sus opciones en cualquier situación, incluso cuando sus tres atacantes de la BBC estén a su entera disposición. Justo el talón de Aquiles del PSG de Unai Emery este miércoles, puesto que se sabía que pondría a la MCN, dando así una ventaja táctica a Zidane de inicio que éste no desaprovechó.
