A mano cambiada Brayan Cortés pudo evitar el que era un golazo del pie menos de Patito Rodríguez, la figura argentina de Jorge Wilstermann en Chile. Iban 70 minutos. El Aviador no llegaba hace rato, y era su primera aproximación directa a la meta de un Colo Colo siempre necesitado del gol que lo pusiera en los octavos de final. Gilbert Álvarez cabeceó apenas por encima del horizontal en el mejor momento del visitante que antes apelaba a las contras pero ya le sobraban personalidad y espacios para trascender y soñar con la fase final, la Copa Libertadores y los ojos del continente entero.
Había recién hecho ingresar Gustavo Quinteros a Blandi y Parraguez para que la tercera fuese la vencida. Después de empatar y caer goleado, puso un 4-1-1-4 e intentó que llovieran centros sosteniendo la posesión. Nico Blandi con un minuto en cancha se perdió la más clara de toda la noche santiaguina. Un cabezazo perdido... en ese momento el DT acababa de resignar las opciones en la fecha 6 del binomio Paredes-Valencia.
La atajada de Cortés le dio una vida al Cacique y mientras Blandi le daba mordido Opazo usaba la zurda y la hacía rebotar en la tribuna. Entonces Quinteros probó con un quinto delantero, Iván Morales tras meses sin jugar. Por el Torta y quedaron tres en el área rival y defendiendo apenas dos. En la banda libre picó Serginho en otro contragolpe y Cortés la controló en el piso. Las resoluciones del visitante, del Colo los centros.
El reloj, el mejor amigo de Wilstermann, avanzaba sin piedad con el local, junto con el fútbol frente a un cuadro desdibujado. Hasta que llegó un gol de lateral: Moisés Villarroel tiró una bomba, ya con Cristian Díaz expulsado y fumando a un costado del terreno de la David Arellano. Le rebotó a Provoste, descolocó a Cortés y el gigante de Bolivia, que bailó al Albo en la ida, entró a la fase de 16 mejores. Villarroel entrenó en Universidad de Chile durante 2015 pero la FIFA anuló el contrato al año siguiente por ser menor de edad. Se hizo grande entre Blooming, Bolívar, Oriente Petrolero y con Wilstermann -líder total- dejó sin campeonatos internacionales a Colo Colo, el peor de su grupo en otra pesadilla que se suma a las de Cerro Porteño, Palmeiras e Independiente del Valle mientras en Chile pelea por no descender, la que se convirtió en su primera y única prioridad.