Lionel Messi tenía una espina. Y ya no está más. La Selección argentina es el nuevo campeón del mundo y el mejor jugador del Mundial (y tal vez de la historia del deporte) comandó a la Albiceleste a su tercera consagración la que se le había negado en 2014, para obtener el único título que le faltaba a su vitrina repleta de gloria.
Leo tuvo una final sensacional: convirtió de penal el 1-0, puso el 3-2 transitorio en el suplementario y no falló cuando ejecutó el primer penal argentino en la tanda. Y cuando el remate de Montiel tocaba la red, todas las cámaras fueron en busca de su imagen, con lágrimas en sus ojos y buscando el palco de su familia, abrazado con su amigo el Kun Agüero, para gritar bien fuerte que es campeón de la Copa del Mundo Qatar 2022.