Poco antes de concluir el juego de vuelta de la final de la Liga MX, el partido subió de intensidad entre los futbolistas de las Chivas del Guadalajara y Tigres de la UANL, lo que provocó un par de conatos de bronca.
Una vez que el árbitro Luis Enrique Santader concluyó el partido, el defensa rojiblanco se acercó a Dueñas, quien intentó darle un cabezazo. Ponce se alejó un poco, pero en un segundo intento por acercarse a su rival, tomó la cabeza del mediocampista universitario, quien insistió y le pegó con la cabeza.
El futbolista de Chivas devolvió la agresión con un manotazo. Esto provocó que la Federación Mexicana de Futbol abriera investigación para evitar un problema mayor.
