Aficionados ValenciaGetty Images

Un respiro para el valencianismo ante tanto sufrimiento

El fin de semana será para el valencianismo como un kit-kat entre todo el sufrimiento al que le ha sometido Peter Lim en los dos últimos destrozando un club, que vive al límite a todos los niveles, pero principalmente ahogado en lo económico y por ello, con los recursos limitadísimos en lo deportivo como la Liga lleva varios años demostrando. 

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Precisamente fue la Copa del Rey el título con el que empezó y acabó todo. Aquella Copa del centenario fue la que supuso una fricción grande entre Lim y Alemany&Marcelino en 2019. La copa sólo fue un añadido más a una relación que se había resquebrajado en enero de aquel 2019, porque Lim entendió que Marcelino ya no era el entrenador adecuado y Alemany vinculó su persona al asturiano en una sobremesa en Las Arenas. 

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Aquella tarde Lim sentenció a ambos. Pese a que eso no ha trascendido, eso es algo que posteriormente contó el tipo que más ayudó a que aquella relación reventara, el presidente de Lim en el Valencia CF, Anil Kumar. Todo lo que pasó después es historia contada. El equipo se clasificó para Champions y ganó la Copa, pero la hoja de ruta ya no varió. Lim tenía claro que Alemany y Marcelino no seguían, pero lo que nadie sabía era que su plan también era no poner ya nunca más a nadie de fútbol al mando. 

Estos tres años que han pasado desde la final de 2019 han sido un suplicio para el valencianismo. El equipo ha ido menguando, de hecho, esta será la tercera temporada en la que en la Liga los valencianistas se queden fuera de Europa, algo inaudito para un club de la grandeza del Valencia CF. Pero lo deportivo no ha sido lo peor, lo peor ha sido la guerra que Lim y sus enviados, más asalariados internos y externos al club, han declarado al valencianismo. Hoy el club vive de espaldas a sus aficionados y enfrentados a los principales colectivos blanquinegros y alejados de cualquier gestión lógica de alguien que de verdad quiera hacer un proyecto a largo plazo como siempre dijeron lo asiáticos. 

Su tiempo en Valencia y en el Valencia CF es limitado, porque es imposible vivir siempre enfrentado a la gente. Esta semana decía Cañizares que, si pudiera elegir entre la Copa o la marcha de Lim, por salud para la entidad elegia claramente lo segundo. Creo sinceramente, que esa es una opinión bastante extendida entre los aficionados valencianistas pero la realidad es bastante más cruda. Pese a los movimientos evidentes que existen para intentar comprar y vender las acciones, y en las que hay metidos actores mucho más importantes de lo que pueda parecer, la realidad es que una final de Copa no se puede dejar escapar. Hay que ganarla, porque quedará en la historia del club y Lim no se va a ir el domingo. 

Por eso, este fin de semana será un regalo para el valencianismo, que ha sufrido y seguirá haciéndolo en las próximas semanas, porque Meriton siempre tiene sorpresas. El aficionado podrá pensar sólo en el fútbol y en ganar un título. Este fin de semana Meriton no puede meter sus garras en nada y Bordalás y sus jugadores serán los protagonistas.  Ellos tienen la opción de pasar a la historia y no Anil y compañía, porque se puede dar la circunstancia de que por primera vez un equipo gane una Copa y sus dirigentes no se puedan acercar a las celebraciones con la gente porque la gente no quiere celebrar nada con ellos. Y eso es irreversible, eso no va a cambiar. 

El valencianismo hace tiempo que sabe lo que quiere y en Sevilla no hay dudas. A por la novena y LIM GO HOME.

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