Joan Laporta cumple este miércoles un mes como nuevo presidente del Barça. El abogado ganó las elecciones el 7 de marzo pasado con casi el 55% de los votos, frente a un Víctor Font que se llevó un 30% y un Toni Freixa que se quedó con un 8,5% de apoyos. Durante este mes, Laporta ha tomado posesión y ha iniciado su proyecto, aunque le quedan todavía grandes decisiones por tomar. Sobre todo, en lo relativo al futuro de Leo Messi.
¿Qué se ha hecho?
En las primeras reuniones oficiales de junta, el presidente nombró los nuevos cargos de su equipo, empezando por cinco vicepresidencias: Rafael Yuste se hará cargo de la parcela deportiva, Elena Fort liderará el área institucional, Eduard Romeu será el vicepresidente económico, Antonio Escudero se encargará del área social y Juli Guiu dominará el marketing.
Además, la misma Elena Fort ejercerá de portavoz de la junta directiva, relevando en el cargo a Josep Vives, que dejará de atender a la prensa tras las reuniones mensuales pero que seguirá con sus tareas de comunicación tanto en el club como en la Fundación hasta nueva orden.
Quién ha empezado a trabajar intensamente es el nuevo CEO. Ferran Reverter, apuesta fuerte de Laporta, ya ha tomado posesión pese a que vive a medias entre el Barça y MediaMarkt Saturn, la empresa con la que tiene contrato hasta el mes de junio. Reverter es una persona directa con la que ya han congeniado varios de los responsables del club, incluído Oscar Grau, su antecesor en el cargo, quién ha sorprendido positivamente a los nuevos gestores por su colaboración y su amabilidad.
Según ha avanzado La Vanguardia este miércoles, Laporta también nombrará a Ferran López, número dos de los Mossos d'Esquadra, como jefe de seguridad y a Jaume Guardiola, hasta ahora consejero delegado de Banc Sabadell, como presidente de la comisión económica. Por lo tanto, en el caso de dimisión de la junta, Guardiola se haría cargo de la comisión gestora como hizo Carles Tusquets.
Primeros despidos
Tras las órdenes de Laporta, Reverter cortó las primeras cabezas del nuevo mandato: Albert Soler, exdirector de deportes profesionales, fue despedido la semana pasada. También se fue Román Gómez Ponti, el jefe de los servicios jurídicos y uno de los investigados en el caso ‘BarçaGate’. De hecho, la relación entre Gómez Ponti y Laporta está deteriorada desde que en 2008 el letrado se posicionara a favor de la inhabilitación del entonces presidente del Barça desde su cargo de presidente del Tribunal Català de l’Esport (Tribunal Catalán del Deporte). Rosell contó con él desde el primer día de su mandato (2010) y Bartomeu le apoyó hasta convertirse en una de las personas de máxima confianza dentro del club.
Además, el nuevo CEO también le ha comunicado a Patrick Kluivert que dejará de ser el responsable del fútbol formativo del Barça la próxima temporada. El holandés no cuenta para el nuevo organigrama y será sustituido por José Ramón Alexanko, que ya formaba parte de la candidatura de Laporta en las elecciones de 2015.
El núcleo duro
También estuvo con él en los anteriores comicios Enric Masip. El excapitán del primer equipo de balonmano conformará, junto a Manana Giorgadze y Jordi Finestres, el gabinete de presidencia, antes formado únicamente por Jaume Masferrer, despedido por la junta gestora en el mes de octubre. Masip, Giorgadze, Finestres y el mismo vicepresidente Yuste serán el núcleo duro de Laporta.
A día de hoy, la auditoría previa a la gran toma de decisiones todavía está en marcha. Por lo que se sabe, la situación económica parece ser peor de lo que los nuevos directivos imaginaban, con lo cuál los recortes en salarios y gastos tendrán que ser superiores a los previstos. Un ejemplo son los fichajes. Antes de entrar, tendrán que dejar salir. En este caso, la primera toma de contacto entre Laporta, Mino Raiola y el padre de Erving Haaland sirvió para confirmar que la operación para llevar al noruego a Barcelona es peliaguda. Faltará saber, por encima de todo, qué pasa con la renovación de Lionel Messi.