EDITORIAL
Samuel Umtiti volverá hoy a entrenar con normalidad por tercer día consecutivo un mes y medio después de sus molestias en la rodilla. Su recuperación ha progresado los últimos días tras aplicar el plan conservador diseñado por los servicios médicos del club para evitar una artroscopia que le mantuviera alejado más tiempo de los terrenos de juego y así olvidarse definitivamente del dolor. Sin embargo, tras superar la lesión deberá disputarle el sitio a Clément Lenglet, que no ha perdido el tiempo durante el tiempo que el ex del Olympique Lyonnais ha estado ausente.
El ex del Sevilla tuvo un estreno aciago en su debut como titular ante el Girona, cuando fue expulsado y Umtiti tuvo que entrar al campo a pesar de que Ernesto Valverde habría preferido darle descanso, y le dio continuidad en la derrota a domicilio del Leganés. Fue su último partido porque las molestias le impidieron entrar en la lista ante el Athletic Club y desde entonces apenas se le ha visto trabajando por su cuenta. Ante el cuadro vasco el Barcelona no logró mejorar su imagen y volvió a empatar con Lenglet junto al intocable Gerard Piqué. Y a pesar de que el equipo mejorara en el empate en Mestalla con Thomas Vermaelen al lado del catalán, el ex del Sevilla ha sido el elegido para formar en el once desde entonces.
Pero desde entonces el Barcelona ha aplastado al propio equipo andaluz, al Real Madrid y al Inter dos veces -aunque en San Siro acabara concediendo el empate-, además de lograr la victoria a domicilio del Rayo que no fue posible en casa del Leganés y sin olvidar que ante la Cultural Leonesa fue Lenglet quien aseguró la victoria en el estreno en la Copa del Rey con su debut goleador tras un formidable remate de cabeza. A Lenglet se le ve en clara progresión y cada vez más cómodo en los esquemas de Valverde.
Sin duda, la recuperación de Umtiti será una buena noticia para el barcelonismo cuando suceda. Sin embargo, su situación es distinta a la de hace un año. A diferencia de entonces, cuando no tenía sustituto de garantías, hoy Lenglet le plantea una competencia cada vez más seria, para mayor gloria tanto del Barcelona como de la selección francesa, que todavía no les ha juntado en la lista de Didier Deschamps.
