John Benjamin Toshack (Gales, 76 años) conoce, como nadie, de dónde procede el gen ganador del Liverpool… y el del Real Madrid. Con el primero ganó, vistiendo su camiseta, dos Copas de Europa consecutivas, en 1977 y 1978. Con el segundo, tuvo el privilegio de entrenar a una de las mejores generaciones de futbolistas que haya dado nuestro fútbol: la “Quinta del Buitre”. Ese equipo que arrasaba en Liga, pero que jamás logró una Copa de Europa…
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Cuando llegan este tipo de partidos y se tiene tanta implicación afectiva con los rivales ¿se puede tener un favorito?
“Es muy complicado. Te metes en la piel de los dos y no te puedes decantar por ninguno. Acabas alegrándote o sintiéndolo como si estuvieras allí”.
Ni Real Madrid ni Liverpool están en su mejor momento. Hasta en eso van parejos
“Cierto. Pero cuidado con eso. Cuando hablas de equipos como el Liverpool o el Real Madrid y de que no están en su mejor momento, es cuando a mí me viene a la cabeza que éstos son los partidos que necesitan para recuperar estímulos. Son los partidos que te hacen visible y grande. Por eso se extramotivan. Sacan lo mejor de sí”.
¿Qué es lo que hace del Liverpool, siempre, uno de los equipos más temibles de Europa ?
“Al Liverpool le entrenaron 3 técnicos en 30 años: Taylor, Shankly y Bob Paisley. Y los tres tenían la misma forma de trabajar. Eso crea estilo propio. Por eso, el Liverpool de hoy es el resultado de mantener esta filosofía de trabajo. Hoy Klopp mantiene esa filosofía. La del esfuerzo, el respeto al rival, al himno, a la afición”.
Ahora, el Madrid está acostumbrado a ganar Champions . Lástima que con usted no lo consiguiera en una de las etapas en las que tuvo mejores futbolistas
“Tuvimos la mala suerte de encontrarnos con el Gran Milan de Sacchi. Aquel Milán fue una leyenda con Rijkaard, Gullit , Van Basten, Baressi, Tassotti, Maldini,…todo el mundo recuerda aquel 11”.
Sobrados en España y sin opción en Europa
“Fue tramendo. A mí, había jugadores que me decían : míster, nosotros no necesitamos más ligas (venían de ganar 4 seguidas cuando yo llegué). Nosotros tenemos que ganar la Copa de Europa, nos da igual la Liga. Y yo les decía: pero a mí no me da igual. Yo sabía que si no la ganaba me podía ir preparando. Y la ganamos. Fue la liga de los récords, la de los 107 goles”.
Le cambio el tercio para preguntarle sobre dos asuntos colaterales a la Champions. Usted fue el impulsor de los 3 centrales ¿cierto?
“Es verdad que lo hice. Yo llego al Swansea como jugador entrenador. Soy delantero. Estamos en la cuarta división. Pero como delantero no veía los que necesitaba ver del equipo. Y me puse de defensa central. Y alguien me dijo. John, eres algo lento. Los atacantes te van a devorar. Entonces puse atrás a dos jugadores más, haciéndome el trabajo sucio. Me puse de líbero. Ahí me dí cuenta que necesitaba laterales que subieran más. Renunciamos al 4-4-2. Llegamos hasta la Primera División. Entonces fiché a un yugoslavo porque en ese país estaban, entonces los mejores líberos del mundo. Con el tiempo, noté que muchos equipos nos imitaron”.
Y sobre Bale ¿qué me puede decir que no haya dicho usted ya de su compatriota?
“Muchas veces, el polémico no es el jugador. Es su agente. Se creen que representan los intereses de los futbolistas, pero quienes estamos en el mundo del fútbol sabemos que en muchas ocasiones, hacen más daño que bien a sus jugadores”.
Claro, pero los jugadores cada vez hablan menos. Alguien tiene que hacerlo, John.
“A mí, cuando un futbolista me decía que su agente le había dicho no sé qué, yo siempre les decía. No quiero saber lo que te ha dicho tu representante Quiero saber lo que piensas tú. Quiero una conversación contigo. Nada de representantes”
Sobre Bale, no se me escape…
“Cuando un jugador llega a cierta edad y le quedan 1 año de contrato, hay jugadores que ya empiezan a hacer ruido. Yo le diría a Bale: déjate de representante y toma la decisión por ti mismo2.
En el Madrid de Zidane no parece tener sitio
“Si tú tienes un contrato por un tiempo, cumple ese contrato. Pero entiendo que esta es una situación complicada. Hasta para el entrenador. Yo siempre trataba de hablar con el jugador. No me valía lo que me dijera el presidente, o un directivo…no, no. Hay que hablar con el jugador. Pero esto ha cambiado mucho. Hoy, los entrenadores hablan muy poco”.
¿Habría que hacer ese esfuerzo?
"Yo te digo que a veces, conoces más del problema de un jugador hablando 30 minutos en tu despacho con él de su contrato, que lo que puedas ver en un campo en seis meses".




