Cristiano Ronaldo Juventus Real Madrid UCL 02032018Getty

Todos en pie para aplaudir a RonaldOliver Atom

OPINIÓN

Mil minutos. Esa era la marca que llevaba la Juventus imbatida en la Serie A hasta este mismo sábado. Mil minutos. Señal de fortaleza y seguridad como pocas. Aunque valió de poco cuando enfrente estuvo el Real Madrid y Cristiano Ronaldo. Lo sabe bien Buffon, que cuando no habían pasado ni tres minutos ya estaba recogiendo del fondo de sus mallas el gol del Bicho. El mito italiano ni se había manchado los guantes todavía y Cristiano ya andaba en el córner celebrando su decimotercer gol en esta Champions después de una gran jugada de un Isco nuevamente titular. Zidane repitió el mismo once de Cardiff. Allegri cambió a un 4-4-2, obligado también por las bajas, quizás. Le dio igual también. Allí perdió 1-4, aquí fue un 0-3.

Sin embargo, si alguien pensó que un gol tempranero abría las puertas del cielo automáticamente, se equivocaba. Si acaso las dejó algo entornadas. De ello se encargó la Juventus, al principio desconcertada pero poco a poco más y más entonada. Su mascota es una cebra, pero empujaban como toros. Y merodearon el área de Keylor Navas con regularidad incluso. De hecho, si no llega a ser por el tico, Higuaín hubiera marcado ese gol que nunca anota en las grandes ocasiones. De igual manera, si Kroos llega a afinar un poco más su disparo, lo mismo hubiera cerrado la eliminatoria antes del descanso en lugar de astillar el larguero. Pero no fue ni una cosa ni la otra, sino una primera parte abierta y disputada como se podía esperar de dos campeones legendarios.

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En ésas que la Juventus empezaba a arrinconar a los blancos tras el descanso, logró ya borrar a Sergio Ramos del Santiago Bernabéu por acumulación de amonestaciones. Y todavía parecía que no iba quedarse ahí. Pero volvió a aparecer Cristiano de nuevo. El mejor Cristiano, de hecho. Que con un golazo de tijera a dos metros de altura logró la ovación unánime y espontánea de todo el Juventus Stadium, a la vez que echaba seis candados a las semifinales. Será el mejor gol de esta Champions y de toda la temporada seguro. Quizás también de toda la carrera del ‘7’. Llegó a donde ni los videojuegos pueden llegar. Sólo Oliver Atom en los dibujos animados, y a veces ni siquiera. Dentro de algunos años, todos recordarán lo que sucedió este 3 de abril a eso de las 22:03 de la noche. Seguro.

Apenas unos minutos después del cataclismo, el séptimo candado a la victoria merengue lo echó Dybala al ver su segunda amarilla por patear a Carvajal cuando intentaba controlar un balón. Desconcertado aún, pensando quizás en la tijera de Ronaldo. Bien que lo aprovechó el Real Madrid, que marcó el 0-3 con la firma de Marcelo tras una pared dentro del área con el mismo Cristiano de nuevo, omnipresente. Era aún el minuto 70 de partido, y el último cuarto de hora fue un suplicio para la Vecchia Signora. Y para todos los espectadores. En realidad, el partido lo había dinamitado el ‘7’ con su chilena y a partir de ahí ya todo pareció insípido. Que pase el siguiente…

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