Real Madrid v Barcelona La Liga 23042017Getty

Siete razones para volver a ver El Clásico

1-Un Clásico terrenal. Es el primer Clásico sin Cristiano Ronaldo y Messi desde diciembre de 2007. Ha pasado más de una década desde que ambos equipos jugaron sin los dos mejores jugadores de su generación. Se les echará mucho de menos, aunque también tiene un enorme interés analizar cómo ambos equipos pasan página y comienzan a rescribir la historia. En el Camp Nou, pues, se vivirá un partido jugado por magníficos futbolistas y no por superhéroes como ha ocurrido en la última década, donde Messi y Ronaldo libraron una de las rivalidades deportivas más excitantes de la historia. Este Clásico medirá qué legión echa más de menos a su centurión y marcará el principio del fin de un relato sin igual en la historia de la Liga y del fútbol.

2-Gasolina en el banquillo. Que un mal resultado pueda condenar a uno de los entrenadores, le da un morbo especial al encuentro. Si sale escaldado del Camp Nou, Lopetegui no solo no se comerá el turrón, sino que puede que ni siquiera desayune al día siguiente. Que el Clásico pueda inflamar uno de los banquillos nos da vidilla a los futboleros, que en el fondo somos unos sádicos y vemos fútbol, entre otras cosas, porque es la versión abreviada y moderna de las tragedias de Shakespeare. Con la diferencia que la narración se representa sobre un tapete verde y no sobre un palacio en ruinas.

3-La Leyenda del Ave Fénix. De igual medida que el Clásico puede ser la guillotina de Lopetegui, también puede revivirlo. Una victoria le daría oxígeno al técnico vasco que está en la UVI. Las casas de apuestas pagaban muy bajo su cese. Se hubiera convertido en el segundo entrenador con menos partidos oficiales del Real Madrid, solo por detrás de Camacho. El mitológico gen ganador del Madrid ha salvado a algún que otro entrenador en el alambre, sí, pero se ha cargado a muchos más. 

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4- Ramos y Piqué se añoran. Ya no se ven en las concentraciones de la Selección para relativizar sus pullas constantes. Ninguno de los dos vive su mejor momento. Piqué es el defensa cuyos errores han provocado más goles en contra en lo que va de Liga. Ramos está politiqueando para que no echen de nuevo a Lopetegui delante de su rostro. Si sigue así, se convertirá en un fatídico cicerone para el vasco. Ambos centrales han representado en cierto modo las dos Españas: la cañí y la cosmopolita. En este momento ya no se sabe bien quién representa a cada una. Y eso añade humanidad y aspaviento al lío político que suena de fondo.

5 -Coutinho vs Asensio. Sin Messi, los focos se posarán en Coutinho. El brasileño lo está haciendo bien en cada partido, pero no acaba de expresarse como una superestrella. Es más cauto que Neymar y tiene menos vuelo mediático. Por su parte, Asensio no está cumpliendo con las expectativas. Todos lo consideramos un jugador tocado por la varita de los elegidos, pero seguramente esperábamos que su tiempo de maduración total sería más rápido. La demarcación que ocupaba Cristiano Ronaldo parece hoy un altar muy complicado de llenar. Ambos, Coutinho y Asensio, tienen que reivindicarse en el deseado rol de jugador franquicia. Para dicho menester, no hay partido que rente tanto como el Clásico.

6- ¿Qué era eso del estilo? Ambos equipos están en un momento confuso. El Madrid viene de ganar mucho sin que nadie supiera definir su estilo. El Barcelona viene de quedarse varado en Europa y no sabe exactamente cómo hacer para evolucionar su patrón de juego. Luis Enrique no fue Guardiola y Valverde ya no es Luis Enrique. El fin empieza a justificar los medios en Can Barça. En el Madrid, históricamente, el único estilo conocido ha sido la victoria, independientemente del libro de instrucciones. Y a tenor de los resultados, está claro que el estilo blanco también tiene averiado el rastro de la Estrella Polar.

7- Un espectáculo global. 29 cámaras recogerán muchas horas de grabación para una audiencia potencial de 650 millones de personas. Es verdad que la historia Messi-Ronaldo ha sido muy potente y, en ocasiones, ha trascendido la propia rivalidad Real Madrid – Barcelona, al menos fuera de España.  Sin embargo, el Clásico es un espectáculo puro, una Super Bowl mediterránea y politiquera, irrevocable escenario de historias y rivalidades. El Clásico es una pintura que se transforma año a año para definir y explicar su tiempo histórico. Un espacio infinito donde cualquier aficionado, da igual dónde haya nacido o dónde esté, tiene depositado su propia baldosa con un recuerdo que late.

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