OPINIÓN
Apenas tiene 18 años, pero ya le respetan como a los grandes del fútbol. El miércoles fue uno de los más silbados en el Camp Nou. Y este sábado, igual en el Wanda Metropolitano. Es uno de los signos más claros de lo fuerte que viene pisando Vinicius en la presente temporada. Y en el derbi madrileño volvió a dejar huella. Solari le volvió a dar la titularidad en detrimento de Gareth Bale, y el brasileño volvió a responder a la responsabilidad con un gran encuentro por la banda izquierda, minando a Arias. Y a Giménez, como en la jugada del indescifrable penalti que cometió al borde del descanso. Fue sustituido a la hora de partido con la sensación, una vez más, de los deberes hechos.
No obstante, el propio Solari se lo reconoció en rueda de prensa posterior: “El techo de Vinicius es el que le resta de años por delante en el fútbol. Que tiene apenas 18 años […] Es un niño. Algunos aquí podríamos tener hijos de 18 años ya. Cada día aumenta su registro futbolístico, aprende de los mejores. Está muy bien aconsejado por el resto del plantel”.
Posteriormente, en zona mixta, Casemiro quiso reconocerle el mérito de su gran estado de forma, pero a su vez, poner en cuarentena la euforia desatada en el último mes. "Hay que tener tranquilidad con Vinicius. Lo está haciendo muy bien, pero no le podemos poner mucha presión tampoco. Está con muchas ganas. Ya demostró a todos que es nivel Real Madrid, pero hay que tener paciencia. Porque si ahora hace eso con 18, imagina cuando tenga 20 años que va a ser un gran jugador...".
Sea como fuere, el brasileño no deja indiferente a nadie. Ni a la afición, ni a su entrenador, ni a sus compañeros, ni a los rivales. Es el chico de moda en el Real Madrid, y parece difícil ahora mismo que nadie pueda sacarle del once. Se lo está ganando partido a partido, minuto a minuto. Ahora la pregunta que cabe hacerse es: ¿qué habría sido del Real Madrid y de Lopetegui si Vinicius hubiera empezado a jugar desde el principio de temporada?
