Arturo Vidalingresó en el minuto 81 y jugó hasta el cierre del sexto minuto de descuento en la clasificación de Barcelona a los octavos de final de la Copa del Rey ante el sorprendente Ibiza, que desde la Segunda B estiró su vida hasta los 94, cuando Antoine Griezmann inscribió el doblete personal y evitó la prórroga.
Al contrario de lo sucedido en Camp Nou el fin de semana último, cuando el Rey de Chile asistió a Messi en el primer gol de la era Setién y destacó por su relevancia en el mediocampo en la victoria contra Granada, el ex entrenador del Betis le ofreció un lugar en el banquillo de suplentes mientras al campo saltaba una mixtura de suplentes y un par de desaparecidos.
Setién optó por salir de arranque con Frenkie de Jong como mediocentro en un 3-1-4-2, colindado por Riqui Puig e Ivan Rakitic en la generación de fútbol, un paso por detrás de los más adelantados Griezmann, Carles Pérez -por dentro-, Ansu Fati y Semedo -por fuera-. Y tras innovar con Jordi Alba como extremo, Arthur sumó más munutos tras olvidar los problemas físicos -ya lo había hecho el domingo-, Vidal fue el último de sus escogidos, cuando quedaban apenas 8' pero la serie estaba en riesgo absoluto con un 1-1 que extendía. La señal es más o menos evidente: al chileno lo resguardó (como a Messi y Busquets) y sus elecciones bien pueden significar otra estelaridad para el 22 en LaLiga.
GRIEZMANN: "Era un esquema nuevo y tuvimos que acostumbrarnos"
GettyEl futbolista que formó Colo Colo atestiguó desde la suplencia el pase profundo de Frenkie que rompió la línea defensiva rival y que conectó el campeón del mundo pero atestiguó en cancha la cesión de Alba por banda para una aparición sorprendente del propio Griezmann para que todo terminase antes de un eventual alargue... o incluso los penales que soñó todo Ibiza.
La participación de Vidal agilizó las transiciones y su presencia planteó que el medio estaba más cubierto y también que en el ataque habría más peligro. En materia de números, entregó correctamente 10 de los 12 pases que intentó. Cuando afinaba su puntería y su mejor fútbol para ir a batallar por otros 30 minutos, lo ganó el Barça por la camiseta y vuelve derecho a preparar otro desafío de peso y a domicilio: Valencia, tras asegurarse lugar entre los 16 mejores de la copa local, un trámite más complicado de lo esperado.