Sebastián Villa recibió una nueva acusación de violencia de género. Rocío Tamara Doldán es la denunciante y quien sumó en su reclamo dos carátulas que agravan aún más la situación del delantero con respecto a su anterior demanda, como son la de violación e intento de asesinato.
La primera denuncia para Sebastián Villa fue en abril del 2020. Boca venía de arrebatarle la Superliga 2019/20 a River Plate en la última fecha, torneo en el que el delantero colombiano se encontraba en un grandísimo nivel. En aquella ocasión Daniela Cortés, quien fuera la pareja del futbolista, compartió en sus redes sociales múltiples imágenes con lastimaduras que provocó que el caso se haga público. Actualmente el colombiano se encuentra procesado por esta causa, que sigue abierta y con un juicio oral pendiente.
Aquella situación explotó en plena pandemia y Boca lo aprovechó para no tomar una postura firme. Los hinchas criticaron a Jorge Bermúdez y al propio Presidente Jorge Ameal por la liviandad en la que declararon sobre la denuncia. Cuando se reanudó la actividad Villa apenas se perdió un par de partidos y regresó al equipo en noviembre del 2020, durante el triunfo por 2-0 contra Newell's, y normalizó su situación deportiva dentro del club.
Si bien la nueva denuncia se conoció ahora, Rocío Tamara Doldán asegura que el suceso ocurrió en junio del 2021. La presunta víctima aportó un testimonio contundente que expone al futbolista como un monstruo. Además, le alcanzó a la justicia fotos con sus lesiones, una pericia médica que constataría la agresión sexual, y varios videos y audios en los que Villa se refirió a lo sucedido.
Como en aquella ocasión, la denuncia le llega a Sebastián Villa cuando se encontraba en su mejor estado futbolístico. El colombiano es decisivo en este Boca que mañana jugará una semifinal contra Racing. El hecho que no haya parate, que el club esté por enfrentarse a un partido trascendental, también cambió el humor en las redes sociales de los hinchas. A diferencia de la otra vez, ahora se nota una clara división entre los fanáticos del xeneize que piden la salida del futbolista y los que piensan que todo es parte de una operación. El timing raro de la acusación, que llega casi un año tarde del suceso y en un momento de importancia deportiva, es lo que hace que las conspiraciones superen a la empatía.
Más allá del momento en que hoy se lo notificó a Villa, la fecha de junio del 2021 se encadena con otras situaciones lamentables que tuvo el jugador con Boca. Por aquel entonces llegó una oferta del Brujas de Bélgica que el club rechazó por ser insuficiente (2.000.000 de euros sin descontar impuestos). En su momento pareció exagerada la reacción del futbolista a querer irse del país, pero la fecha de la denuncia confirma que él ya habría protagonizado esta situación violenta, y que ésta sería la clave para sus ganas de emigrar.
Cuando se cayó el pase al Brujas se vio un Villa que jugó al límite con la paciencia de la dirigencia. El futbolista fue al vestuario, retiró todas sus pertenencias y dejó de entrenar. Luego, pidió un permiso especial para irse a su país alegando que era por "problemas personales de su madre". En ese mismo comunicado puso una fecha de regreso que no cumplió y que provocó que llegara dos semanas tarde a la Argentina. En el medio hubo declaraciones fuera de lugar del delantero, que atacó a Riquelme y los miembros del Consejo de Fútbol por ser críticos de su accionar. La resolución del problema fue igual que con la denuncia de Cortés: fue castigado con algunos pocos partidos, pidió perdón de manera interna, y se le permitió regresar a la actividad.
Continuando el hilo cronológico, Boca Juniors en septiembre del 2021 publicó un protocolo de 19 páginas en el que se detalló el modus operandi para tratar casos de violencia de género. En el mismo se mencionan medidas contundentes como el romper con contratos. Pese a esto, como ya ocurrió cuando en este año Eduardo Salvio fue acusado por su ex mujer de atropellarla con su vehículo, esta área suele encargarse de acompañar a las víctimas y no de tomar decisiones que pueden afectar al patrimonio de la institución.
La justicia será la que juzgue la inocencia o culpabilidad de Sebastián Villa. Pero Boca no puede permitirse tener en su plantel un futbolista que constantemente le traiga problemas. No puede porque desde lo económico puede hacer que las marcas se alejen, porque desde lo político puede provocar que varios socios/as se enfaden por sostener en el plantel a un jugador doblemente acusado de violencia de género, porque en lo deportivo esto puede perjudicar el ánimo y concentración del equipo. Pero, principalmente, porque un club de la grandeza del xeneize siempre tiene que apuntar más allá de la actualidad, de la pelota, y pensar en el mensaje que se envía a las profesionales y miembros de inferiores ante posibles situaciones similares.