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Rubén Albés: "El estilo 'canalleta' es ser humilde pero mirar de frente a todos"

En esta segunda parte de la entrevista de Rubén Albés a GOAL, hablaremos con el técnico gallego de su llegada al fútbol profesional español. La llamada de Tino Saqués, esa primera permanencia agónica con el Lugo y su posterior llegada a Albacete, donde está siendo el técnico revelación en la categoría, afianzando al conjunto manchego en los puestos de playoff a Primera División con el penúltimo límite salarial de la categoría.

Hablemos de la llegada a Lugo, ¿cómo sucede?

"La vida te da la opción de que aparezca la oportunidad del Lugo y que un ‘loco’ como Tino Saqués, que es capaz de apostar por un cuarto entrenador sin experiencia esa temporada. La llamada me sorprendió porque lo tenía prácticamente hecho con un equipo de Segunda División B para la temporada de transición a 1 RFEF y realmente me sorprendió la llamada, sí. Tuvimos una videoconferencia, hablamos y nos entendimos. Yo había vivido una situación similar en Rumanía, allí eran nueve partidos, aquí eran siete y creo que por ahí lo ‘engañé’ o lo convencí para que me hiciera caso".

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¿Qué tal es Tino Saqués?

"Particularmente, mi experiencia con él es muy buena. Estoy muy agradecido al hecho de arriesgarse conmigo o tener la valentía de romper lo establecido que hubiese sido quizás intentar incorporar a otro técnico. Y después, es un presidente peculiar, muy humano y que toma decisiones arriesgadas en función de lo que él cree. Es una persona con la que se puede hablar, con la que se le pueden decir las cosas tal y como uno las siente y que es capaz de reflexionar cuando alguien le confronta. Y no hay que olvidar que llevan mucho tiempo manteniéndose en Segunda con su gestión. Y, además, es una persona con mucho sentido del humor, que eso me gusta".

"Con el Lugo en mi primer año estábamos prácticamente descendidos perdiendo 0-1 con el Mirandés y nos pitan un penalti a favor en el 89´y otro en el 93´. Sólo podíamos ganar con algo épico".

¿Cómo consiguió salvar a un equipo prácticamente desahuciado en tan solo siete jornadas?

"Más allá de todo lo bueno que hicieron los jugadores y de cambiar esa dinámica hacia una energía positiva, tuvimos ese punto de suerte que hace falta. Esa flor para conseguir la salvación en Vallecas, contra un equipo de playoff, cuando llevábamos sin ganar fuera de casa desde octubre. Fue como un cambio importante y eso te da la estabilidad para poder comenzar una temporada en Segunda División".

"Se juntaron muchas situaciones. El penalti que para justo aquí en Albacete Cantero, llevábamos 19 jornadas sin ganar, estábamos prácticamente descendidos perdiendo 0-1 con el Mirandés y nos pitan un penalti a favor en el 89´y otro en el 93´. Sólo se podía ganar con algo épico y a partir de ahí fueron tres victorias y un empate más".

El Lugo de su segunda temporada era más vistoso que el de la primera, ¿verdad?

"La primera salvación es absolutamente defendiendo. En la segunda seguíamos siendo un equipo que tenía una prioridad más defensiva, pero teníamos argumentos tanto en juego directo como en situaciones de salida. Éramos asimétricos entre derecha e izquierda, teníamos varias intenciones muy claras y a mí era un Lugo que me gustaba. Me hubiera gustado pasar menos tiempo en fase defensiva, pero entendíamos que si tirábamos de la manta más hacia el otro lado probablemente no pudiéramos conseguir esa salvación que conseguimos bastante cómoda y con un grupo de jugadores que creo que se revalorizaron y pudieron mejorar su vida profesional".

"No quería firmar por el Albacete, pero me convencieron y ahora soy realmente feliz"

Y entonces llega el Albacete. Un fichaje que sorprendió mucho, porque parecía que Rubén Albés estaba ya preparado para cotas mayores. ¿Por qué le dices sí al Albacete?

"Yo quería decirle no, no quería firmar en el Albacete. No lo veía claro, esto no lo sabe nadie (ríe). Y me convencieron dos personas, una de mi cuerpo técnico y la otra mi agente. Cuando tuve esa reunión tanto con Víctor como con Alfonso hubo muy buen ‘feeling’, pero no sabía si sentía necesitar arriesgarme a un proyecto recién ascendido con la dificultad que eso implica. Con una renovación de plantilla y con la incertidumbre de no saber qué rendimiento van a dar los jugadores que vienen de una categoría menor. Al final les hice caso y si no les hubiera hecho caso me habría equivocado porque estoy realmente feliz y creo que he acertado con la decisión".

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Hablando de Alfonso Serrano, él es el gran 'culpable' de la confección de esta plantilla con un presupuesto muy ajustado. ¿Qué tal es la relación con la dirección deportiva?

"A día de hoy pienso que es imposible que haya éxito si la relación entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico no es buena. Al final la última decisión sobre fichajes y bajas siempre la tiene la dirección deportiva y así debe ser porque los entrenadores solemos ser más pasajeros. Pero sí es cierto que debe haber un entendimiento entre ambas partes para detectar necesidades, perfiles y tiene que haber una línea en la que construyamos un equipo en relación a varios factores".

"Nosotros aquí hemos tenido una línea muy clara con jugadores que quieran reivindicarse y con hambre, jugadores la mayor parte de ellos jóvenes que tengan la capacidad para jugar con mucha energía, que sean un perfil más ofensivo que defensivo y que entren dentro de unas condiciones económicas que son limitadas".

Ya es famoso en Segunda División, pero cómo definiría Rubén Albés el estilo 'canalleta'.

"El estilo ‘canalleta’ no deja de ser un equipo valiente, que quiere atacar para hacer gol, que también quiere revelarse ante la situación o perspectiva inicial que se tenía sobre el Albacete y que quiere mirar al rival de frente. Es decir, desde toda la humildad que tenemos pero sin sentirnos pequeños. Desde un sentimiento de inferioridad partes ya derrotado antes de empezar. Hay que ir con un sentimiento de poder atreverte, cada uno con sus armas y sus virtudes pero pudiendo mirar de frente a cualquier rival".

Normalmente los entrenadores no duran mucho en los sitios, aunque hay excepciones a la regla. ¿Se ve Rubén Albés siendo, por ejemplo, el Alex Ferguson del Albacete?

"No, porque creo que no tengo la edad para estancarme en ningún club. Es decir, para no dejar de retarme en situaciones diferentes, en ambientes hostiles y porque creo que necesito seguir evolucionando. He renovado por dos temporadas, que es un periodo relativamente corto-medio, pero no me veo como veinte, diez o doce años en un club porque creo que no estoy en ese minuto ahora mismo. Necesito experimentar, acertar, equivocarme, tener éxito y fracasar para seguir evolucionando. No te digo que quizás en otro momento de mi vida sí podría buscar esa estabilidad, pero ahora busco retarme".

Para un vigués y aficionado del Celta, ¿sería un sueño entrenar al primer equipo en el futuro?

"Uno ha nacido en Vigo, siendo del Celta, yendo al estadio y tiene un compromiso emocional con ese club. Y si algún día pasa, estaré tremendamente feliz, pero no siento que pueda ser un sueño porque creo que es algo que puede pasar, pero tanto en el Celta como en otro sitio. Yo no soy muy soñador porque creo que las cosas pueden pasar. Algunas son tremendamente difíciles, otras menos, pero al final todo puede ocurrir".

Ahora que está tan de moda esto de los estilos, ¿qué es para Rubén Albés jugar bien?

"Es muy sencillo. Independientemente de las intenciones y el modelo que tengas es aplicarlo. Es decir, que pase lo que uno quiere que pase. Ya jugar muy bien, sería que como entrenadores seamos capaces de que ese contexto sea bueno para los futbolistas. Eso ya sería jugar muy bien".

"Después los estilos son etiquetas que nos ponemos los entrenadores. Yo en ese sentido soy absolutamente opuesto a ese tipo de etiquetas. Me considero plástico, trato de adaptarme lo máximo posible a mis futbolistas, a dónde ellos pueden brillar, porque esto va de que ellos brillen. Esto no va de que el entrenador brille porque su equipo hace el fútbol que él quiere, sino que hay que hacer el fútbol que los jugadores pueden hacer para conseguir ganar, porque el mayor éxito es ganar. Porque el mayor éxtasis en un partido es un gol, no son ni cien pases, ni tres despejes, ni cuatro robos. Si hacemos más goles que el rival, la gente se va feliz".

"Cada entrenador tiene su forma, pero siempre desde la base que son los jugadores. Siempre digo mucho una frase: sentir al equipo natural. Que lo veas y digas que el equipo va natural, porque fluye y no va forzado, sino que les sale solo. Y para esto hay que encontrar estas relaciones que permitan que todo vaya natural, que sea un equipo redondo y que vaya cómodo".

"Al Rubén Albés de 2010 le diría que hubiera sido mucho más humilde, que disfrutara más de todo lo que pasa, que fuera capaz de disfrutar la profesión"

Y para terminar, con todas las experiencias vividas en estos 13 años de profesión, ¿qué consejo le daría este Rubén Albés a aquel que comenzó a entrenar en 2010 en Burjassot?

"Que hubiera sido mucho más humilde, que disfrutara más de todo lo que pasa, que fuera capaz de disfrutar la profesión, más allá del resultado solamente de un fin de semana. Cuando eres profesional con 25 años te sientes que vives en una burbuja y ahí creo que empiezas a perder un poco la humildad porque no conoces lo difícil y lo cruel que es este mundo. Y por último, a seguir insistiendo en desarrollar una sensibilidad respecto a las personas. Es decir, ser capaz de entender a los jugadores, que cada uno es diferente, que para que uno rinda necesita unas cosas diferentes, por lo tanto, ser mucho menos dogmático en la gestión de un vestuario".

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