Hace unos días se confirmó la llegada deSebastián Córdova a Tigres, y otro de los movimientos más comentados en este periodo de transferencias es la llegada deRoberto Alvarado a Chivas, con Uriel Antuna y Alejandro Mayorga pasando a la Máquina.
El trueque tiene muchas aristas, con algunos expertos considerando que Guadalajara es el que gana y otros considerando que la Máquina es el triunfador de la operación. Ambos tienen puntos positivos, centrándonos esta ocasión en Guadalajara y lo que puede ofrecer el Piojo.
Guadalajara tiene buenos extremos en la plantilla, pero probablemente ninguno con el dominio posicional que tiene Alvarado. El futbolista de 23 años puede desempeñarse como interior, extremo en ambas bandas o carrilero, ofreciendo buen desempeño en los tres sitios.
La campaña pasada, fue una de las víctimas en el sistema de Reynoso en Cruz Azul, siendo colocado por primera ocasión en su carrera como carrilero en línea de tres. Sin embargo y aunque tiene mayores cualidades ofensivas, pudo estar a la altura de las exigencias.
Al igual que Antuna, uno de los puntos que más se le reprochan es la regularidad. Desde el Apertura 2018 que fue su mejor temporada en el Máximo Circuito, Alvarado no ha encontrado un desempeño constante que lo consolide como un inamovible en Cruz Azul y mucho menos en la Selección mexicana.
Es difícil entender cuáles son las intenciones del Guadalajara en este periodo de transferencias. Tienen una plantilla con calidad, con futbolistas muy distintos e incluso complementarios. Por ahora, parece que Leaño apostará por un plan mucho más enfocado en las transiciones, el despliegue físico y elementos con gol que sepan pisar el área, y no solo el centro delantero.
Será la primer pretemporada en la que Leaño podrá confeccionar a su gusto la propuesta futbolística de Chivas. La directiva comienza a realizar movimientos y de inicio, la contratación de Alvarado parece una victoria Rojiblanca. ¿Lograrán hacerlo rendir a su máximo potencial?

