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Reconciliación incompleta con el Bernabéu: adiós al 2018 con pitos

El Real Madrid ganó este sábado al Rayo Vallecano en un partido que, como Solari analizó en rueda de prensa, quizás debió haber ganado por más goles de lo que reflejó el marcador final (1-0). El caso es que esas apreturas en el electrónico terminaron por trasladarse a la tribuna, que despidió al equipo blanco con pitos en el que era su último partido en el Santiago Bernabéu en este año 2018. Fue el único acercamiento de los visitantes desde un testarazo a un córner a los quince minutos, pero esa última doble acción del Rayo Vallecano casi en el descuento terminó por desencadenar los pitos del público madridista. Courtois salvó a su equipo, los tres puntos se quedaron en la Casa Blanca, pero el aficionado merengue quiere más de su equipo.

No obstante, ya en la segunda parte se habían desencadenado también los pitos hacia Marco Asensio. El mallorquín marró dos buenas ocasiones ante el Rayo: un mano a mano en la primera parte, y un tiro dentro del área con el meta visitante fuera de su posición. Poco después de esta ocasión precisamente falló otro centro, lo que terminó por desatar esos pitos en la grada del Santiago Bernabéu. El ‘20’, eso sí, supo darles la vuelta. En la siguiente acción corrió hasta su propio campo para robar un balón, y ya no volvió a fallar un solo pase más hasta que fue sustituido por Ceballos. Esta vez, entre aplausos.

Eso sí, los pitos a Asensio y al resto del equipo al final del partido sobresalen por encima de los aplausos. “Me encantó el apoyo de la afición durante todo el partido. Estamos encantados y buscamos que vengan así. Estuvieron cálidos en todo el partido, lo acompañamos con el juego, y luego es normal la sensación de la última jugada”, explicó en sala de prensa Solari, quien prefirió quedarse con las ovaciones –que las hubo- en lugar de los pitos finales. Y eso que el técnico argentino también se llevó algunos pitos cuando decidió sustituir a Modric.

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Estas quejas, unidas a las del partido ante el CSKA, terminan por dibujar un ambiente enrarecido para terminar el año. Pese a las nueve victorias en once partidos desde que llegó Solari, el público pide más a su equipo. Pide que no se caigan súbitamente. Pide que sean más regulares en su juego además de los resultados. El Mundial de Clubes en Abu Dhabi marcará de manera decisiva el recibimiento del público a la vuelta de las Navidades. Kashima y River Plate son los obstáculos en el camino de los blancos.

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