Cuando Alejandro Sabella asumió la conducción de la Selección argentina a mediados del 2011, luego del fracaso de la Copa América en la que fue local y quedó eliminado en cuartos de final, su primera decisión fuerte fue la de consagrar como capitán a Lionel Messi por encima de Javier Mascherano.
Leo, por aquellos años, era cuestionado luego de no tener un gran desempeño en el Mundial 2010 (había sido capitán contra Grecia), mientras era la gran estrella de Barcelona. Pachorra lo respaldó con un gesto contundente y el 10 no le falló. Así, lleva más de una década con la cinta en su brazo izquierdo y, lógicamente, repite cada vez que la Albiceleste salta a la cancha.
Tan grande es su importancia que, en el choque ante Australia por los octavos de final de la Copa del Mundo Qatar 2022, en su presencia número 169 con la Albiceleste, la Pulga cumplió los 100 encuentros como capitán.
En caso de faltar la Pulga, como ante Bolivia por la segunda jornada de Eliminatorias Sudamericanas o en los amistosos de marzo y junio del 2024, la cinta pasa a otro histórico: Ángel Di María, quien desde su regreso fue el responsable de ejercer la capitanía ante la ausencia de Messi y terminó de consolidar su idolatría con los goles inolvidables ante Brasil en la final de la Copa América y luego ante Francia en Qatar.
Con el capitán y el subcapitán designados, el tercer lugar en la lista quedó para otro con una larga trayectoria como internacional: Nicolás Otamendi. Referente absoluto de la defensa y también parte del plantel campeón del mundo, portó la cinta ante Paraguay, puesto que Leo fue al banco y Fideo no estuvo convocado.
Y en la lista comenzó a meterse quien se perfila para heredar el liderazgo cuando los históricos dejen su lugar: Rodrigo De Paul, uno de los símbolos de la era Scaloni, que se hizo cargo de la cinta por primera vez en el amistoso ante Costa Rica del 26 de marzo del 2024, tras la salida del Fideo en el minuto 82.