Stanislav Cherchésov (2 de septiembre de 1963, Alagir, Osetia del Norte, Unión Soviética) dice que no siente presión, pero irremediablemente la tiene. Casi un desconocido para el pueblo futbolero, es el encargado de hacer que Rusia haga un buen papel en el Mundial. Su Mundial. "Ya llevo escuchando eso de la presión varios días. La presión es un término médico, para cuando te mides la presión sanguínea. No tenemos presión, somos profesionales y estamos preparados", decía en la antesala de la Copa Confederaciones que se disputó este año y en la que se fue a las primeras de cambio, después de ganar a Nueva Zelanda y perder con Portugal y México.
Perfil: Cúper o cuando no hay lugar para la derrota
No hay grandes luces en la carrera de Cherchésov. Ni como jugador ni como entrenador. En ese sentido, está lejísimos de Fabio Capello, el técnico que dirigió a Rusia en la cita ecuménica de 2014 en Brasil, donde también los rusos abandonaron el campeonato en la primera ronda. Si Capello triunfó en clubes como el Milan, el Real Madrid, la Roma o la Juventus, Cherchésov se sentó en el banquillo de la selección europea tras obtener un doblete con el modesto Legia de Varsovia en Polonia.
Pero en algo sí se parece a Capello: en la disciplina. Si algo no le tiembla a Cherchesov es el pulso. No ha tenido problemas en dejar fuera de la Selección a Alexander Kokorin por casi un año entero. Autor de 13 goles en 51 partidos, el delantero del Zenit de San Petersburgo fue desafectado por el seleccionador. Tras la eliminación de Rusia en la Eurocopa 2016, Kokorin fue visto en una discoteca de Mónaco junto a su compañero Pavel Mamaev. Según medios locales, ambos futbolistas habían gastado más de 250 mil euros en champagne. Además, en marzo cometió una infracción de tráfico y Cherchesov, que ya lo había descartado, le pidió que fuera "profesional dentro y fuera del campo". Recién en septiembre de este año volvió a convocarle.
Un país entero está detrás suyo. Más de 145 millones de personas se ilusionan con hacer historia en la Copa del Mundo, torneo que Cherchésov conoce por haber defendido la camiseta de Rusia en el torneo de 1994, jugado en los Estados Unidos. Entonces, quedaron emparejados en el Grupo B junto a Brasil, a la postre campeón, Camerún y Suecia. En aquel certamen, los rusos se fueron en la primera ronda pero consiguieron la mayor goleada del campeonato al vencer a los africanos por 6-1, partido recordado por los cinco goles de Oleg Salenko.
Internacional con la Unión Soviética en 10 ocasiones (39 veces sumando otras selecciones nacionales), Cherchésov tiene el reto -o la presión- de llegar algo más lejos en 2018. Depende de ello que su nombre empiece a conocerse entre el gran público.
