Para Marcelo Gallardo había sido un dolor de cabeza armar el equipo para recibir a Racing en el choque de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. Más allá del caso Zuculini, había perdido en las semanas previas a dos de sus principales armas ofensivas por sendas lesiones: Pity Martínez y Nacho Scocco. Por eso, decidió jugársela y que el acompañante de Lucas Pratto en el ataque fuera Rafael Santos Borré, el delantero colombiano que había cerrado de buena manera el semestre pasado, pero no tuvo tantas chances en esta parte del año.
Lo que probablemente solo el Muñeco imaginaba era que todo saldría de manera tan perfecta: el delantero fue uno de los mejores del equipo, acompañó en el primer gol de Pratto, convirtió el suyo para el 3-0 definitivo y además colaboró tanto en la ofensiva como a la hora de retroceder, dejando claro que quiere ser más que un suplente que suma minutos cada tanto.
Nacido en Barranquilla (Atlántico) el 15 de septiembre de 1995, Rafael Santos Borré dio muestras de un gran talento con la pelota y un olfato goleador singular desde muy corta edad. Prueba de ello es que debutó como futbolista profesional (2013) con tan solo 17 años en el Deportivo Cali, equipo en que el hizo toda su formación desde las inferiores.
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Poco a poco se fue haciendo conocer en el rentado local y su corta edad no ofreció ningún impedimento para sumar reconocimientos en su carrera. Con el Cali salió campeón de la Superliga en 2014 y del Apertura 2015, siendo una de los pilares de aquel título azucarero con 8 tantos.
Su gran nivel lo llevó a la Selección Sub 20, siendo protagonista en el Sudamericano 2015 en el que marcó dos golazos. Posteriormente, fue acercado a la Selección mayor por José Pekerman y fichado por el Atlético de Madrid por casi 3 millones de euros, una de las ventas directas a europa más costosas del fútbol colombiano.
El Cholo Simeone lo vio, le gustó su sacrificio en el campo y dio el aval para llevarlo al cuadro del Manzanares. Sin embargo, debido a la gran competencia en el Colchonero se fue cedido en la temporada 2016-17 a Villarreal, donde marcó cuatro goles y dio dos asistencias en 30 encuentros.
A mediados del año pasado, River decidió apostar por él y pagar 2.6 millones de euros para incorporarlo. Desde su llegada a Núñez jugó en total 40 partidos (solo 14 desde el arranque) y convirtió 10 tantos, uno de ellos también a la Academia la última vez que se enfrentaron por la Superliga.
Santos Borré es un delantero neto, con un olfato goleador incansable, su potencia y precisión le convierten en un 'arma letal' para el ataque de cualquier equipo. Sumado a lo anterior también juega a su favor su madurez, pues a pesar de sus 22 años, es un jugador serio, que da poco de qué hablar fuera de las canchas y que sabe que el fútbol es una profesión que demanda sacrificio, compromiso y responsabilidad.
