La segunda ola de coronavirus está golpeando muy fuerte en todos los países de Sudamérica, la mayoría de los cuales atraviesa en este 2021 su momento más crítico del inicio de la pandemia. Por eso, en ese contexto de vacunación demorada y casos en alza, el mundo del fútbol comienza a preguntarse si en el contexto actual será posible que se lleve a cabo la Copa América de Argentina y Colombia, que ya había sido postergada el año pasado.
Por el lado de CONMEBOL, la voluntad de seguir adelante con el certamen es clara: "La Copa América se juega, con o sin público", anunció esta semana Alejandro Domínguez, quien insistió en la voluntad que que los encuentros se disputen con un 30% de público en los estadios. Incluso, este martes 13 de abril la Confederación Sudamericana anunció un acuerdo para recibir 50 mil dosis de la vacuna china Sinovac, que serán destinadas principalmente para inmunizar a los futbolistas y miembros técnicos de los distintos seleccionados del continente, con el fin de garantizar la disputa del torneo continental.
Sin embargo, desde el ala política ya comenzaron a plantearse las primeras dudas acerca de la viabilidad de la competición. El miércoles 15, Argentina anunció un endurecimiento de las medidas sanitarias ante el crecimiento exponencial de contagios y pocas horas después, el presidente Alberto Fernández reconoció en diálogo con Radio 10 que se estudiará si es posible llevar a cabo el certamen, cuyo inicio está previsto para el 8 de junio: "Yo no quiero frustrar el espectáculo de la Copa América, pero quiero que seamos muy sensatos y cuidadosos. Tenemos un tiempo por delante para ver cómo evolucionan las cosas y ver cómo poder dominar este tipo de problemas. Si se hace, tendremos que extremar todos los cuidados".