El espacio temporal entre la fecha de finalización del anterior Mundial de Rusia 2018, 15 de julio, y la del comienzo del siguiente de Qatar 2022, 21 de noviembre, es el más largo jamás visto y, a su vez, la espera más larga a la cita más importante del fútbol.
¿Por qué sucede esto? Básicamente, por el clima del país anfitrión en esta ocasión, ya que de haberse decidido disputarlo en los habituales meses de junio y julio las condiciones hubieran sido críticas con las elevadas temperaturas que suelen darse en el verano qatarí, superando los 40ºC con frecuencia.
Asimismo, la cita del presente año será más corta de lo que suele ser costumbre, de modo que el campeonato tendrá una duracion de 28 días en vez de 32: desde el 21 de noviembre hasta el 19 de diciembre. Un detalle que le convertirá en el más corto desde Argentina 1978.